El abogado y analista internacional Daniel Merchán, se refirió en una serie de asambleas de ciudadanos realizadas en el centro del país, a la situación que vive la nación ante los recientes cambios que desde el gobierno nacional se han impulsado para poner en manos de las fuerzas armadas varias de las responsabilidades de gestión, correspondientes a la administración del poder ejecutivo, por lo que señaló: “No es posible que con el mayor margen de conflictividad social de nuestra historia, con saqueos en calle, con la escasez generadora de hambruna, con la gente cruzando fronteras desesperadamente, el gobierno nacional solo se ocupe de el juego de equilibrios de poder que mantiene a lo interno, mientras el pueblo sufre todo tipo de vicisitudes para sobrevivir, la realidad del oficialismo pasa por contentar a la alta jerarquía militar en defensa de un proyecto revolucionario fracasado, planes de abastecimiento soberano que no son capaces de responder a las necesidades de la gente, disputas por el control del gobierno para evadir las peticiones de la justicia internacional, fracturas que solo dejan ver la enorme distancia que hay entre el oficial institucional que también siente y padece la crisis, y altos mandos que manchan la honorabilidad del estamento militar tildándolas de socialistas y chavistas, por lo que les convierten en igualmente responsables por acción y omisión de la catástrofe humanitaria que hoy tenemos”.
Merchán quien también funge como asesor parlamentario de la AN y dirigente político, aclaró que aunque Venezuela es una victima continua de años de militarismo exacerbado, lo cual puso en agonía muchos rasgos de civilidad en la sociedad nacional, sembrando el germen del totalitarismo y las imposiciones como respuesta a varias de las coyunturas de nuestra joven historia, es ahora, donde la era civil se encuentra en su momento de mayor asfixia, “En el país solo hay 2 opciones, rescatar la república civil o rendirse al caudillismo militar, llámese Gómez, Pérez Jiménez, Chávez, Padrino López y tantos otros que salidos de los cuarteles han pretendido concentrar la totalidad del poder para repartir derechos y deberes a su real saber y entender, un virus que tanto daño le ocasionó a la producción de una generación de venezolanos con una conceptualización distinta del mundo, que no estuviese sumida en la ignorancia y en la disciplina del populismo, combinado con una ceguera manipulable, cuando es vital que los civiles tomen su rol protagónico en la construcción de un tejido social formado, cultural, económica, política, tecnológica y hasta sanitariamente para evitar los males de la miseria física y mental que no hunden en el tercer mundo, ese grillete cargado de intereses particulares y de basura ideológica que no nos deja avanzar”.
Finalmente sentenció el catedrático de las ciencias políticas y las relaciones internacionales, “Venezuela solo se abrirá al mundo con una perspectiva distinta, cuando conquiste una identidad ciudadana corresponsable en todos los sentidos, que participe y audite la cosa publica con mayor pertenencia en cada uno de los niveles y edades, cuando sembrar el petróleo no sea una frase cliché para convertirse en emprendimientos múltiples, perdurables y autosustentables, y cuando la mejora de las condiciones de la educación sea el valor central de inversión del estado, pues las nuevas generaciones y su preparación darán el impulso suficiente para garantizar el reconocimiento de experiencias nacionales e internacionales que fortalezcan las libertades, la propiedad, la justicia, la producción y la innovación como ejes transformadores de cada sector clave en el desarrollo del país, en ese momento veremos los puentes y aeropuertos en sentido contrario, retornando y recibiendo a talentos de todo el planeta que quieran ser parte de la lluvia de oportunidades que brinda la construcción de un futuro prometedor”.
Nota de prensa