El informe técnico del CNE está sobre la mesa. Sobre la Mesa de la Unidad Democrática, entre sus manos, unos papeles que, en una palabra, dicen: ¡validado! El 1% de firmas para el revocatorio, en cada uno de los estados, se ha logrado. En ello, nada nuevo. Lo sabíamos de perogrullo. Lo destacable en ese manojo de papeles es que el CNE finalmente reconoce la obviedad.
Cada paso que hemos dado no ha sido sin contratiempos, por decir lo menos. Ha habido violencia política por doquier, como lo fue el reciente 9 de julio en la sede principal del CNE en Caracas, en donde a nuestro diputado Julio Borges y quienes le acompañamos fuimos emboscados por la Guardia Nacional y los colectivos armados, para nombrar un ejemplo.
Ahora, en el presente, estamos de gira en defensa del revocatorio. La acción política de nosotros, la oposición, es clara e indetenible. El sábado pasado acompañé a Julio al Estado Aragua y las gentes se volcaron a las calles gritando con entusiasmo las consignas por la Democracia, esto es: ¡revocatorio!
Nuestras mujeres diputados, ¡y qué mujeres!, se apostaron en las afueras del CNE a exigir su pronunciamiento validando el tan esperado 1%, cosa formal que aún falta. Pero el informe técnico, la cosa material, ya cruzó el río y está en nuestra orilla claro y sequito. La tinta no se corrió.
El revocatorio es inminente, por ahí se asoma, ¡por allí viene! Porque luego ha de venir el verdadero paso, el legal, el paso que desde un principio debió ser el primer paso: el 20%. Y aquí, si me permiten reír un poco, es donde se presenta el mayor temor, el terror mayor de Nicolás Maduro. Porque, ¿se imaginan que en esta fase previa al referendo se presenten más de 8 millones de firmas? ¿Pueden vislumbrar el estado mental de Maduro si se recogen más firmas que los votos necesarios para revocar su nefasto mandato? Él ya se encuentra en “ese” estado mental.
La MUD está dando un mensaje inequívoco: acción política. Acción de calle, actividad internacional, parlamentarismo de altura, cohesión en la palabra, coherencia y perseverancia. Nos hemos crecido ante la adversidad. ¡1% validado!
¡Seguimos!
Mario Guillermo Massone