En su desesperación por conseguir alimentos y medicinas, los venezolanos son capaces de cualquier cosa. Los últimos dos fines de semana, miles cruzaron la frontera con Colombia para conseguir allí los productos que escasean en su país. El domingo 10 de julio pasaron más de 30.000 personas y, el último domingo, se movilizaron más de 150.000.
Pero Colombia no es el único destino elegido. Desde el sur de Venezuela, miles cruzan a diario a Brasil. La creciente presencia de venezolanos en la frontera con la nación más grande del continente fue reseñada por el periódico Folha de San Pablo.
El diario -en su versión digital- documentó no sólo la avalancha de venezolanos buscando comida en la localidad brasileña de Pacaraima, a 15 kilómetros de Santa Elena de Uairén, sino también casos de detenciones por delitos, así como de deportaciones por estar ilegales en tierras brasileñas.
Comercios que estaban cerrados durante años volvieron a abrir en vista de la gran demanda de los venezolanos. Arroz, harina de trigo, pasta de dientes, jabón en barra y todo tipo de remedios son los más buscados. Neumáticos, que durante muchos años fueron comprados por brasileños en Santa Elena, ahora se venden en las aceras de Pacaraima para los venezolanos que vienen de todas las regiones del país.
El empresario José González le comentó a Folha que las ventas casi se duplicaron, por lo que consideró la necesidad de contratar a dos empleados y probablemente necesite más. “Estoy esperando porque dicen que la frontera estará cerrada por el presidente de Venezuela. Si no es así, voy a contratar a tres vendedores”, subrayó.
“Estamos muy contentos de que estamos vendiendo mucho, pero al mismo tiempo nos sentimos tristes porque sabemos que los venezolanos están aquí por necesidad”, dijo el vendedor Ismael Feliciano da Cruz, quien apuntó que en la pequeña zona comercial de Pacaraima había una tienda de zapatos, que prácticamente cambió de rubro. “Primero vendió neumáticos y ahora también vende alimentos”, detalló.
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