Cuando los niños y padres de un colegió de Valencia, en el este de España, decidieron adaptar “I will survive” para convertirlo en himno de la escuela y en un alegato por la educación pública, nunca imaginaron que un día actuarían para la propia Gloria Gaynor, que hoy lo ha cantado junto a ellos totalmente emocionada.
EFE
“Es un momento increíblemente emocional para mi, tengo fans por todo el mundo pero, honestamente, con nadie se siente el amor así”, aseguró hoy Gaynor entre lágrimas tras ver la energía con la que los pequeños bailaban su gran éxito, horas antes del concierto que dará esta noche en la ciudad de Valencia.
El recibimiento fue abrumador: con todo el calor del verano español y en plenas vacaciones escolares, el Colegio Luis Vives se volcó con la visita de la artista estadounidense, que quedó conmovida cuando conoció la historia de los estudiantes valencianos.
Junto a sus profesores y sus padres, reinterpretaron el “I will survive” -lo bautizaron “El Luis Vives es genial”- con un mensaje claro en defensa de los valores de la escuela pública y la ilusión por aprender.
La canción elegida no es ninguna coincidencia, este colegio español conoce bien lo que significa sobrevivir y salir adelante a pesar de las dificultades: parte del falso techo de la escuela cayó en 2012 debido al deterioro de las instalaciones.
Aquel hecho, fue una de las mechas de lo que luego se llamó la “Primavera Valenciana” (una serie de protestas del sector educativo por los recortes en gasto), que fortaleció como nunca a la comunidad educativa. La jefa de estudios del centro, Inés Pérez, insistió hoy en que se sentían “identificados” con la canción por su espíritu “optimista” y de “persistencia”.
La recompensa a todo ello fue hoy enorme cuando Gaynor agarró el micrófono e interpretó el estribillo de la canción que la catapultó al éxito mundial y fue disco de platino en 1978.
“Quiero agradecer desde lo más profundo de mi corazón por honrarme de esta manera”, afirmó la norteamericana de 67 años, ante la emoción de los niños que habían preparado una coreografía.
Las sorpresas continuaron, porque la histórica escuela tenía preparada una tuna que ha cortejado a ‘Miss Gaynor’, que no paró de sonreír y susurrar “lo adoro” durante la interpretación de los niños y de la propia tuna.
La Cuarentuna universitaria de Valencia ya había empezado su segunda canción, pero Gaynor les ha hecho parar: quería que tocasen “Cielito Lindo” y sus deseos se han cumplido.
De nuevo, ha cogido el micrófono para acompañarles entre los aplausos de los centenares de personas reunidas en el patio para el emotivo evento.
Los alumnos del colegio regalaron a la cantante estadounidense dos productos de artesanía valenciana: un abanico y una cartera.
Además, para sofocar las elevadas temperaturas, a la diva de la música disco le ofrecieron un vaso de horchata (bebida refrescante típica de la región hecha con azúcar, agua y tubérculo llamado chufa), con el que ha puesto el broche de oro a su encuentro con la escuela.
Con toda su elegancia, la artista, se ha confesado “sin palabras” y ha dicho: “Gracias a Dios por vosotros, por ‘I will survive’ y por cada canción que me ha ayudado a hacer lo mismo por gente de todo el mundo”.