Tomado de la mano de su mamá, caminaba el niño de 11 años este viernes en la noche, por la avenida Florencio Jiménez, la hermana de 15 años también iba junto a ellos, reseñó El Impulso.
Regresaban de visitar a sus tíos, les faltaba poco para llegar a casa en Santa Rosalía. Cuenta la hermana del niño, que dice no poder borrar la imagen del estremecedor suceso ocurrido este viernes en la noche, que el niño iba haciendo morisquetas en el camino y riéndose a carcajadas. Estaba desesperado por llegar a casa, encontrarse con su papá y acostarse a ver televisión. El niño había pasado un día muy feliz, le acomodaron una bicicleta y era su nuevo pasatiempo, “reír y jugar era lo que hacía” manifiesta la hermana, una frase que apenas se alcanzó a escuchar pues las lágrimas la ahogaban.
El momento trágico ocurrió cuando la familia intentó cruzar la avenida para entrar a la urbanización, le faltaba solo una isla, miraron hacia los lados y no venían carros, dieron los primeros pasos, pero repentinamente una intensa luz los cegó, María Belén sujetó fuerte a sus dos hijos y los hizo retroceder, pero el niño, quizás asustado, se soltó de la mano y corrió para cruzar.
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