Ana María Da Costa, hermana del reconocido politólogo y preso político Vasco Da Costa, escribió una carta tras cumplirse los dos años de detención de su hermano, lo que ella a calificado un injusto secuestro por parte del régimen y donde describe lo que ha vivido durante estos dos años.
Nota de prensa
A continuación lea el contenido de la carta:
Caracas, 24 de julio de 2016
Vasco Da Costa
Dos años de injusta prisión
Me preguntaron el otro día que significa ser familiar de un preso político y lo único que me vino a la cabeza fue mi hermano Vasco, su lucha, sus ideales y su fortaleza de soportar cualquier cosa por mantener lo que piensa.
Cuando uno ve a su propio hermano sufrir tal ignominia y verlo resistir y alentarnos de que esta lucha vale la pena porque es por nuestra propia libertad y la libertad de Venezuela, los sentimientos se confunden y no sabes que pensar. La familia comienza a vivir en función de él, de su lucha y de sus ideales. Empiezas a admirar lo que hace y por qué lo hace y simplemente lo apoyas porque es tu hermano y porque es inocente de los cargos con que lo mantienen preso.
En estos momentos la familia se une más, a pesar del desgaste físico, económico y espiritual y te compenetras con el ideal de tu familiar y te das cuenta de que tiene razón y de que es una infamia que lo persigan de forma tan cruel y despiadada sólo por piensa distinto.
Ser familiar de un preso político es vivir su calvario y admirar su lucha. Es compartir su esperanza y luchar por algo mejor. Es ver la maldad del socialismo y su infamia. Es ver en la propia carne de tu hermano a lo que lleva el fanatismo de una secta socialista a los cuales no les importa acabar con todo el país con tal de quedarse en el poder.
Ser familiar de un preso político es un orgullo y una tristeza al mismo tiempo. Orgullo de ver a tu hermano resistir y luchar por sus ideales y pensamientos y la tristeza de ver como cruelmente tratan de destruirlo por eso.
Honor y gloria a todos los presos políticos, héroes de la patria. Los caminos de la libertad son abiertos por ellos. Honor y gloria a mi hermano Vasco que sé resistirá hasta el final y nunca se doblegará.
Que la Santísima Virgen de Coromoto libere a Venezuela de esta maldad.
Ana María Da Costa.