Es evidente que uno de los factores que afecta la producción petrolera venezolana tiene que ver con la demanda de los países consumidores. En la medida que la demanda se hace más pequeña, aumenta la competencia por colocar la producción y disminuye el precio.
Esa parece ser la tendencia que domina el mercado en los actuales momentos.
Además, el desarrollo de energías alternativas parece anunciar un fin de la era petrolera no por falta del mineral sino por ausencia de demanda del mismo.
A Venezuela le urge una política que le permita optimizar los ingresos por la vía del petróleo y canalizar esos recursos hacia un desarrollo de otras capacidades que ayuden a disminuir nuestra dependencia rentista.
Vea el interesante análisis del energista Nelsón Hernández, el economista Alexander Guerrero y el politólogo José Vicente Carrasquero.