El “paraíso” marxista alguna vez alabado por ingenuos de Hollywood como Sean Penn, Oliver Stone, Danny Glover y Michael Moore está obligando a sus ciudadanos a trabajar en granjas abandonadas.
Por equipo editorial New York Post | Traducción libre del inglés por lapatilla.com
Las celebridades no han estado cantando sus alabanzas a Venezuela tan fuerte como lo hicieron cuando Hugo Chávez dirigió el país hasta su muerte en 2013. Por una buena razón, con su sucesor elegido a dedo, Nicolás Maduro, las cosas se han puesto mucho peor.
Hogar de la peor economía del mundo, Venezuela está acosada por la escasez de alimentos, disturbios en las calles y la hiperinflación que se está acercando a un 700 por ciento. Los precios del petróleo han caído en picada y Venezuela depende del petróleo para el 95 por ciento de sus ingresos en divisas.
La agricultura fue descuidada cuando Chávez y Maduro colocaron todas sus fichas económicas en el petróleo y eligieron importar bienes del exterior, mientras gastaban en programas sociales que reunió a los pobres detrás del gobierno.
Pero ahora Venezuela no tiene dinero para importar alimentos u otros artículos esenciales. Y debido a que Chávez estatizó tantas industria, no tiene al sector privado para compensar.
Maduro ahora ha emitido un decreto ejecutivo que somete a todos los trabajadores a verse obligados a trabajar durante 60 días (o más, “si las circunstancias lo ameritan”) en el campo, en el cultivo de alimentos muy necesarios.
Económicamente, el movimiento no tiene sentido. Moralmente, es apenas un paso adelante respecto a la esclavitud sancionada por el gobierno.
Venezuela está al borde del colapso total. Pase lo que pase lo próximo no será bonito y ni siquiera los fans de Hollywood del país podrán cantar sus alabanzas socialistas.