Venezolanos en Barranquilla: “Nos vinimos de Venezuela porque allá o se almuerza o se cena”

Venezolanos en Barranquilla: “Nos vinimos de Venezuela porque allá o se almuerza o se cena”

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Yenitza Barrios, una embarazada con antecedentes de zika, pasó de ser una funcionaria de la Alcaldía del estado de Sucre (Venezuela) a vender fritos y pasteles en Barranquilla. La dura situación en el país vecino obligó a la familia Marriaga Barrios a pagar 84 millones de bolívares para migrar por una trocha, de Maracaibo a Maicao, con sus cinco hijos.

Por Ivonne Arroyo Mercado | El Heraldo

“En Venezuela si almuerzas no cenas. La situación está tan dura que todos se quieren ir”, cuenta la mujer, de cinco meses de embarazo.

Un compadre español, bien acomodado, les concedió el regalo de costear los transportes, pues “con mi salario mínimo (15.051 bolívares) nos alcanza para el desayuno y otra comida”.

En una casa del barrio Las Nieves se acomodan como pueden, junto con otros ocho allegados. “Una tía nos recibió, pero necesitamos pronto reubicarnos y más urgente, un trabajo”, dice.

Incremento de venezolanos

Con dilemas como el de ella, llegan al despacho de la Personería cerca de 20 núcleos familiares diariamente, “unos cien ciudadanos venezolanos”, reclamando servicios de salud y de nacionalidad en Barranquilla.

Así lo denunció el personero del Distrito de Barranquilla, Jaime Sanjuan, quien expresó su preocupación por el incremento.

Por lo general, arribaban tan solo 1 o 2 familias, solicitando la asistencia del Ministerio Público para ayudarlos a tramitar la documentación necesaria para permanecer en la ciudad y buscar trabajo.

En lo que va de este mes han llegado a Barranquilla más de 500 familias, según cifras de la Personería. “Esto se ha aumentado desde los primeros días del mes de julio y vemos que sigue creciendo”, afirmó Sanjuan.

Según el personero, ya han recurrido a la vía de la tutela para conseguir que estas familias sean registradas, para lo cual “la Registraduría les está exigiendo que lleguen con toda la documentación apostillada”.

Sin embargo, cuenta Barrios, “el trámite para apostillar puede tardar hasta un año y muchos no podemos aguantar más”.

En su caso, recibir las atenciones médicas durante el embarazo en Venezuela es todo un calvario. En Colombia, “lo complicado ahora es costearlos”.

En el Hospital Nazareth se ha venido realizando algunos controles, pero no ha podido acceder a los servicios de citología, nutrición o realizarse las pruebas de VIH porque “mis documentos venezolanos no están apostillados”.

Ante este tipo de situaciones, la directora del Sisbén, Nora Ramos, manifestó que “a todos los que soliciten son incluidos” y explicó que para poder recibir los beneficios del sistema “los niños deben ser registrados aquí, mientras que los adultos presentan sus documentos extranjeros”.

Registraduría colmada

En menos de 10 minutos, el delegado de la Registraduría de Barranquilla sede centro recibe seis casos de menores de edad venezolanos a los que sus padres buscan registrar en la ciudad.

Julio Mendoza, colombiano de nacimiento, tramita los papeles para sus 3 bebés venezolanos, de 4 y 2 años, y la menor, de seis meses de nacida. “Mi esposa, que también es de allá, vendrá con la más pequeña en los brazos el próximo mes y yo esto acá averiguando”, contó.

Serán censados

Con respecto a los colombianos radicados en el país vecino, el secretario de Salud del departamento, Armando De la Hoz Berdugo aseguró que esta cartera, en conjunto con la Secretaria del Interior trabaja en un censo para determinar cuántos ciudadanos ingresan ilegalmente al Atlántico.

Manifestó que “la idea es registrarlos a todos para poder incluirnos en el Sisbén y en los programas del Gobierno”.

Mientras tanto, reiteró que desde Migración Colombia están trabajando para “restituir el derecho de los ciudadanos venezolanos, teniendo en cuenta la crítica situación”.

Menor se recupera

Un bebé de 2 años se recupera en Adelita de Char de una severa desnutrición y una patología correspondiente a parálisis cerebral. El hijo de Rubelis del Valle Rendiles, de 19 años, estuvo recluido 22 días en cuidados intensivos y en casa deberá seguir con un tratamiento especial. La recuperación ha sido costeada por el sistema de salud del Distrito. La madre del menor ha dicho que no tiene cómo continuar el tratamiento a su hijo, una vez salga del Camino, por lo que pidió a las autoridades que la ayuden a tramitar sus documentos..

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