Earl se fortaleció el miércoles hasta convertirse en huracán y llegaría en la noche a Belice luego de rozar Honduras, donde derribó árboles y líneas eléctricas.
AP
La tormenta provocó fuertes lluvias en casi toda Honduras, en la que las autoridades reportaron el naufragio de una embarcación langostera tras ser golpeada por una ola en el Caribe. La mayoría de las 83 personas a bordo fueron rescatadas, aunque personal naval buscaba aún a dos pescadores.
Las autoridades rescataron a cuatro familias en la ciudad costera de Trujillo después de que un río se desbordó.
Lisandro Rosales, jefe de la Comisión Permanente de Contingencias de Honduras, dijo que había reportes de un gran número de árboles caídos y postes de alumbrado eléctrico en comunidades de la costa atlántica. Escuelas y universidades fueron cerradas a lo largo de las provincias sobre el Atlántico, además de dos aeropuertos comerciales.
Por la tarde la tormenta pasó por la isla hondureña de Roatán, un popular destino turístico.
El Centro Nacional de Huracanes, en Miami, informó que Earl también amenazaba con llevar fuertes lluvias, inundaciones y vientos a Belice y México.
El gobierno beliceño abrió refugios para tormentas. A través de mensajes por radio y televisión, también exhortó a los residentes de zonas de baja altura a que vayan a áreas más altas.
Las autoridades ordenaron el cierre del aeropuerto internacional de la Ciudad de Belice, además de los parques nacionales, reservas y sitios arqueológicos. La Junta de Turismo anunció que las escalas de cruceros en el país han sido canceladas el resto de la semana.
El principal meteorólogo gubernamental en Belice, Dennis Gonguez, dijo que la tormenta empezaría a sentirse en el país el miércoles por la noche, y probablemente toque tierra como huracán de categoría uno.
La gente hizo largas filas en gasolineras de todo el país con el fin de llenar los tanques de sus vehículos en preparación para la llegada de Earl. Las tiendas estaban llenas de gente que compraba agua y alimentos.
Empleados del Hotel Caribbean Villas, en San Pedro en el Cayo Ambergris de Belice, retiraban las sillas y las tumbonas de la playa a medida que la lluvia comenzaba a caer en el popular destino turístico.
“Cualquier cosa que no esté anclada la hemos quitado para que no estorbe”, dijo Paul Jewitt, gerente del hotel. “Es una tormenta grande, pero nos sentimos relativamente bien aquí”, agregó, e hizo notar que se espera que el huracán toque tierra más hacia el sur.
“Va a haber algo de lluvia; no es nada excesivo”, señaló Jewitt. “Obviamente que va a ser mucho más intensa a medida que avanza el día”.
El mayor Shelton DeFour, coordinador nacional de la Organización Nacional de Manejo de Emergencias en Belmopan, indicó que los cayos están entre las prioridades de los preparativos para la llegada del huracán.
“Los principales aspectos de las operaciones, en términos de movimiento de personas desde los cayos… esa operación hasta ahora ha salido bien”, dijo DeFour. “La gente debe tomar las precauciones necesarias. Se están abriendo albergues, el personal de búsqueda y rescate está a la expectativa, y hemos emplazado a la mayoría de los servidores públicos en los sitios más delicados, en especial en la Ciudad de Belice”.
“Estamos alentando a la gente a que se desplace a terreno alto, busque refugio, permanezca alejada de la costa”, dijo DeFour, e hizo notar que un intenso aguacero estaba cayendo sobre Belmopan, la capital. “Las franjas externas (del huracán) ya están sobre nosotros, así que las condiciones atmosféricas se están deteriorando, lo que significa que de aquí en adelante estamos realmente en un ambiente de huracán. La gente tiene que ser inteligente”.
En The Palms Oceanfront Suites, en San Pedro, en la isla beliceña de Ambergris Caye, Ana Ico dijo que el hotel comenzó a prepararse hace dos días y ofreció a los huéspedes la opción de evacuar hacia el territorio continental o quedarse en el hotel. Cerca de 12 huéspedes decidieron quedarse, indicó.
“Algunos de ellos han decidido quedarse, así que lo que estamos haciendo es darles agua, linternas e informándoles a medida que sabemos qué pasa con la tormenta”, dijo.
El domingo, Earl era una tormenta tropical débil, pero de todas formas derribó postes de un tendido eléctrico en la República Dominicana, lo que derivó en un incendio en un autobús en el que murieron seis personas.
El miércoles por la tarde se había convertido en un huracán categoría 1 con vientos máximos sostenidos de casi 120 kilómetros por hora (75 millas por hora), informó el Centro Nacional de Huracanes. Se ubicaba a unos 240 kilómetros (150 millas) al este de la Ciudad de Belice y se desplazaba con rumbo oeste a 22 kph (14 mph).
Se emitió una advertencia de huracán para Belice, partes de México y las islas ubicadas frente a la costa norte de Honduras.