Desde el pasado lunes cuando una corte federal de Brooklyn acusó a dos militares venezolanos de alto rango de recibir pagos para facilitar el envío de cocaína hacia Estados Unidos, uno de ellos, el general Néstor Luis Reverol, ha acaparado la atención de la prensa, reseña la edición en español del medio alemán Deutsche Welle
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela reaccionó tildando las imputaciones de “terrorismo judicial y policial”, y el presidente Nicolás Maduro, designando a Reverol como ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz en el marco de un repentino cambio de Gabinete.
De Edylberto José Molina Molina, el otro general en la mira de los fiscales neoyorquinos, se ha dicho poco. Molina, quien fue subdirector de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) venezolana de 2008 a 2010 –cuando Reverol llevaba las riendas de esa instancia–, ha sido descrito en los medios como agregado militar de la embajada de Venezuela en Alemania. Pero ya en diciembre de 2015, cuando se supo que un tribunal estadounidense estaba por esgrimir cargos en su contra, se comentaba que Molina había regresado a Caracas.
¿Está Molina en Berlín?
¿Sigue estando Molina en Berlín? Y, de ser así, ¿pueden las autoridades germanas extraditarlo a petición de las estadounidenses? Deutsche Welle hizo contacto con la misión diplomática venezolana en Alemania para solicitar un pronunciamiento sobre esta materia, pero no obtuvo respuesta. Nikolaos Gazeas, abogado especializado en Derecho Penal Internacional y docente en la Universidad de Colonia, explica que aunque Alemania y Estados Unidos tienen acuerdos de extradición vigentes, es de suponer que Molina goza de inmunidad diplomática.
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