Los gobernadores de los departamentos colombianos de Arauca, Ricardo Alvarado, y Norte de Santander, William Villamizar, celebraron la reapertura “gradual”, a partir del próximo sábado, de la frontera con Venezuela, después de casi un año del cierre de los pasos terrestres ordenado por Caracas.
“Registramos con gran optimismo, con satisfacción, con una alegría extraordinaria el acuerdo que se ha logrado entre el presidente Nicolás Maduro y Juan Manuel Santos en torno a la reapertura de la frontera”, declaró a Efe Villamizar, quien este jueves formó parte de la comitiva que asistió a la reunión de los gobernantes.
Santos y Maduro acordaron durante un encuentro celebrado en la represa de Macagua, cerca de la ciudad de Puerto Ordaz en el estado de Bolívar, fronterizo con Brasil pero no con Colombia, la reapertura de los pasos a lo largo de los 2.219 kilómetros de línea divisoria entre ambos países.
Villamizar resaltó que las medidas acordadas por ambos países traen consigo “unas condiciones nuevas en materia de seguridad, control al contrabando, en materia de relaciones comerciales estables”, así como de intercambio social, cultural y deportivo.
Santos y Maduro anunciaron que se habilitarán a partir del próximo sábado “cinco puntos transitorios para facilitar el paso controlado de ciudadanos en ambos sentidos de la frontera”.
Los puntos son los puentes Simón Bolívar y La Unión, en Norte de Santander; el puente José Antonio Páez, en Arauca; Paraguachón, en el departamento de La Guajira, y Puerto Carreño, en el Vichada, por donde se permitirá transitar entre 05.00 y las 20.00 horas (entre las 10.00 y las 01.00 GMT), según el horario colombiano, y de 06.00 a 21.00 horas de Venezuela.
Los gobernantes acordaron además la creación de un Centro Binacional para la Lucha contra el Crimen Transnacional y la expedición de un documento “de facilitación fronteriza” para los habitantes de las áreas limítrofes.
El gobernador consideró que “lo importante es que la frontera ya se abre este sábado”.
Descartó que se pueda presentar una “aglomeración” de personas, tal como ocurrió los pasados 10, 16 y 17 de julio, cuando decenas de miles de venezolanos llegaron a la ciudad de Cúcuta amparados en un “corredor humanitario” que se habilitó para permitirles la compra de alimentos, productos de primera necesidad y medicinas.
“Pensamos que al principio tal vez vendrá un buen número, pero luego tal vez eso se va a regularizar”, apuntó el mandatario regional, quien consideró que la gente “se va a planificar”.
Sobre la venta de gasolina venezolana, que se abordará en una reunión prevista para el 23 de agosto, el gobernador estimó que Norte de Santander y Arauca consumen 14 millones de galones de combustible al mes.
Detalló que ese consumo supone un gasto de cerca de 42.000 millones de pesos (alrededor de 15 millones de dólares) mensuales en subsidios con los que el Estado colombiano busca evitar el contrabando de gasolina de Venezuela, la más barata del mundo.
Ambos Gobiernos analizan la posibilidad de abrir estaciones de gasolina en territorio colombiano que sean surtidas por Petróleos de Venezuela (PDVSA) a un precio inferior al del mercado local.
Por su parte, Alvarado celebró que se aceptara la reapertura del corredor que conecta a los departamentos de Arauca y Norte de Santander a través de los estados venezolanos de Apure y Táchira, al indicar que esa región está “aislada del resto del país”.
“Celebramos los araucanos esta posibilidad y esta apertura. La recibimos con beneplácito y con mucha alegría, pero también hay preocupaciones propias de una región que ha sido teatro de guerra y que es teatro de guerra”, admitió el gobernador.
Alvarado consideró que requieren “de control territorial y sobre todo seguridad” para darle “carácter de legalidad” al comercio en esta zona.
El gobernador propuso asimismo un “trueque” con Venezuela de petróleo, acero, hierro y maquinaria agrícola por alimentos producidos en Arauca. EFE