Los puertorriqueños se echaron hoy a la calles para celebrar el ansiado primer oro olímpico conseguido por un deportista de la isla caribeña, tras la victoria de Mónica Puig en la final del torneo individual femenino de tenis en Río al batir a la alemana Angelique Kerber.
Los aficionados se habían reunido en bares y restaurantes para seguir la histórica final para la isla, que nada más terminar dio lugar a una explosión de euforia en forma de bocinas y banderas nacionales que ondeaban los aficionados desde sus automóviles.
La Avenida Ashford, una de las más transitadas de la capital puertorriqueña, se llenó de automóviles que hacían sonar sus bocinas en una explosión de alegría por la gesta, que supone además del primer oro la primera medalla para una mujer puertorriqueña en unos Juegos.
Beatriz “Gigi” Fernández (San Juan, 22 de febrero de 1964) ganó dos medallas olímpicas en la especialidad de tenis de dobles pero bajo bandera de Estados Unidos (Puerto Rico es un Estado Libre Asociado de EE.UU. y sus ciudadanos tienen pasaporte de ese país), algo que nunca le perdonaron algunos puertorriqueños.
La medalla de oro sirve, al menos en parte, para hacer olvidar por un rato a los puertorriqueños sus problemas del día a día y en especial la profunda crisis económica que sufre la isla desde hace cerca de una década. EFE