Ciudadanía, revocatorio y contrademocracia, por José Machillanda

Ciudadanía, revocatorio y contrademocracia, por José Machillanda

thumbnailjosemachillandaEl ambiente político real que muestra el sistema político venezolano, después de la burda maniobra de dilación del CNE para la realización del referendo revocatorio en el 2016, faculta y potencia a la ciudadanía –es decir, a todos los venezolanos demócratas con derecho a decidir como lo consagra el artículo 5 de la Constitución vigente- para expresar nuestra protección, patrocinio y apoyo por la vía de la participación política contendiente a la realización del referendo revocatorio 2016. El RR se solicita para reordenar la ecuación política, no es un problema entre la revolución y la MUD. ¡NO!, es el derecho de los ciudadanos demócratas a decidir el re-enrutamiento de nuestro sistema político ante el fracaso total del régimen para cumplir la legitimidad de gestión en el régimen de NM.

 

El régimen ha venido creando un ambiente de conflicto permanente, de improvisación jurídica, incapacidad gerencial, negligencia política y corrupción extrema con lo cual los venezolanos sufren la violación de sus derechos y carecen de sus necesidades elementales, acercando a Venezuela a un estado de guerra. Guerra traducida en un permanente conflicto social, una angustia generalizada con exponencial ansiedad en la seguridad pública y máxima incertidumbre en la cotidianidad. El ambiente político real es explosivo y opera como una “amenaza” sobre el ciudadano, reduciendo su capacidad de ejecutoria y vida controlada por una militarización perversa.





 

El régimen asediado y fracasado lo contempla todo alrededor de una guerra. Guerra de cualquier tipo. En consecuencia, crecen sus ansiedades, su fascinación por la violencia, se anclan en el pasado heroico y se retratan con los modelos anacrónicos y fracasados marxistoides. No tiene espacio ni tiempo ni capacidad para la sociedad venezolana y mucho menos para acometer su legitimidad de gestión. Por el contrario, el régimen se deleita en esa guerra perpetua con su único aliado, el fracasado régimen marxistoide del Caribe, hoy atado de pie y mano a la principal potencial del mundo. En su guerra permanece de espalda al ciudadano, a la ciudadanía y a sus derechos.

 

La ciudadanía venezolana ha  aprendido a acercarse a la trenología, es decir, a vivir en paz; mientras que el régimen con sus afanes, presiones y ansiedades obedece a la polemología, es decir, a la guerra y… todavía cree que puede conseguir una explosión social. Esta torpeza los aleja del sentir del venezolano demócrata que con la paz apunta a la democracia. Democracia que se robustece del ciudadano mediante la participación política y la resistencia civil. Participación organizada como expresión sabia, crítica y contendiente respuesta al primitivismo de un régimen militarista incapaz, corrupto y fantasioso con respecto a la re-instalación de la democracia en Venezuela.

 

La ciudadanía con la ley y por derecho crecerá en participación contendiente para construir otra victoria, victoria política histórica haciendo valer un debate esclarecedor sobre las virtudes de la democracia entendida como contrademocracia. Contrademocracia en la cual el ciudadano promoverá la capacidad de hacer control, las formas correctas de obstrucción y las pruebas a través de justos y reales juicios al poder político. El juicio electoral representado por el referendo revocatorio se convierte en el centro y razón que hoy demanda el ciudadano, ciudadano que desde el 6D en una reacción de participación ciudadana única dibujó el sendero del RR. En consecuencia, llegar hoy al RR es una excelsa demostración de la madurez y sentido de la paz política frente a la barbarie y militarización del régimen.

 

La ciudadanía ha evolucionado políticamente como consecuencia directa del suplicio político al cual ha sido sometida durante estos últimos 17 años, muestra de la regresión política que tiene como gobierno a un partido político en armas vergüenza pero además expresión del primitivismo y retroceso político. La ciudadanía y su derecho de promover el referendo revocatorio producirá en la democracia venezolana un sello cualitativo y una oportunidad para que el ciudadano y la nueva clase política se responsabilicen por el destino, certeza y realización ética de la política venezolana surgida de un hecho extraordinario: el referendo revocatorio promovido por la ciudadanía.

 

El referendo revocatorio del 2016, reto y meta para los demócratas, líderes y ciudadanía, hecho político trascendental, permitirá detener y re-conceptualizar la pretensión de guerra del actual régimen y detener la exponencial militarización de la política y de la sociedad. Todo ello para imponer un modelo democrático propio del siglo XXI. La ciudadanía con su fuerza será el hacedor de un cambio, una democracia entendida como contrademocracia para crear confianza en los venezolanos en la cual se instrumentan armoniosamente los poderes de control, las formas de vigilancia y la capacidad de juicio de la ciudadanía venezolana, propia del siglo XXI.

 

Es auténtico,

Dr. José Machillanda

Director de CEPPRO

Caracas, 17/08/2016