El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) de Puerto Rico reubicó hoy a varios manatíes a un centro de conservación ante la posibilidad de un derrame de diesel del crucero que se incendió el miércoles en las cercanías del Puerto de San Juan. EFE
El secretario del DRNA, Nelson Santiago Marrero, y el director del Centro de Conservación de Manatíes, Antonio Mignucci, informaron que como medida de precaución los manatíes Aramaná y Yuisa fueron trasladados de la playa Punta Salinas en Toa Baja (municipio cercano a San Juan), donde se adaptaban a la vida libre en el mar.
La decisión fue tomada en coordinación con el Servicio federal de Pesca y Vida Silvestre (FWS, por sus siglas en inglés) como medida cautelar, ya que según la Guardia Costera el siniestro en el crucero, donde viajaban 512 personas, no había podido ser extinguido en su totalidad en la tarde del miércoles.
“Uno de los posibles escenarios discutidos es que a causa del incendio se rompa el casco de la nave y se produzca un derrame de combustible”, expresó Santiago Marrero en un comunicado de prensa.
Los manatíes fueron trasladados en camiones al Centro de Conservación de Manatíes de Puerto Rico, en la Universidad Interamericana en Bayamón, donde estarán hasta que se disipe la amenaza del derrame.
Los manatíes Yuisa y Aramaná fueron devueltos al mar el pasado 13 de julio, luego de haber sido rescatados y haber pasado por un proceso de rehabilitación, en el que Yuisa estuvo tres años y Aramaná cinco.
Santiago Marrero agregó que en el área del suceso, a pocos kilómetros de atracar el barco crucero a San Juan proveniente de la República Dominicana, residen tortugas marinas 35 nidos de tinglares, que al igual que los manatíes son especies en peligro de extinción.
“También estamos atentos a la población de manatíes libres que visita el área. Tenemos el compromiso de la Guardia Costera de mantenernos informados, ya que cualquier actividad que se lleve a cabo podría estar afectando un hábitat crítico”, subrayó Marrero.