Las ruedas de prensa del CNE desdicen de cualquier armonía con las aspiraciones ciudadanas. Se anuncian con desdén algunos eventos y los periodistas no preguntan ni la hora. En una sociedad democrática y no esta farsa, los rectores del CNE deberían no sólo no estar vinculados a partidos políticos sino tampoco haber pertenecido a ellos en el pasado, aspecto que no relacionan las hojas de vida de las rectoras Hernández y D´Amelio. Ojalá la AN pueda sustituirlas con auténticos independientes, comprometidos solo con la libertad y el estado de derecho. Pienso que la doctora Lucena nos debe algunas clarificaciones. Me produce muchísima curiosidad la cuestión de los lapsos. Si usted, señora presidenta, fue tan diligente y puntillosa para comprobar diez millones de firmas rabiosamente antiimperialistas y patriotas contra el decreto de Obama en menos de una semana, ¿cómo es eso de tanta displicencia y manguareo con el revocatorio? Si se trata de una obligación constitucional, ¿por qué no ha anunciado la fecha de las elecciones regionales? Me temo que el diputado Ramos Allup parece no mentir cuando le enrostra su poco gusto sobrevenido por celebrar comicios. Y para terminar, ¿por qué el CNE no ha terminado de decir cuánto sacamos en el referendo de 2007?
Sugiero que armonice con la sociedad porque usted representa un poder independiente y el momento no está para ruidos ni bochinches. Concierte con el país que está pidiendo referendo y elecciones. Usted es solista principal en este acto, muy poco clásico por cierto. Más bien teñido de sospechas y vacilaciones. Cumpla con su rol ante la historia. Esa partitura es sólo suya aunque haya un director gritón y una orquesta retrechera. El público espera por usted y está sin aplaudir.