“El gobierno de Nicolás Maduro es un ejemplo de lo que no se debe hacer en las áreas política, económica y social y mucho menos en la moral”, dijo este lunes el miembro de la dirección regional de Primero Justicia en el estado Bolívar, Braulio Merino, a propósito de todas las medidas adoptadas por este régimen socialista y dictatorial disfrazado de demócrata.
Nota de prensa
Merino explicó que un gobierno que fomenta los antivalores y premia el parasitismo no puede permanecer en el poder, toda vez que “la grandeza, el progreso y el desarrollo de cualquier nación se basa en su recurso humano capacitado y en el trabajo”, no en sus recursos naturales no renovables como el petróleo y la minería.
El dirigente justiciero recordó la frase de El Libertador Simón Bolívar pronunciada durante el Congreso de Angostura, el 15 de febrero de 1819, (…)”Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir ni saber, ni poder, ni virtud. (…) Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición. (…)”, y al respecto señaló que a Maduro le interesa mantener al pueblo en total ignorancia porque ésta es una manera de dominación, permitiéndole ejercer el poder de forma autocrática. “Esta gente que dice gobernarnos ha sabido promover y alimentar los antivalores entre la población y hoy vemos los resultados: la violencia criminal sin freno, el fanatismo político como nunca antes habíamos visto, la “viveza” criolla y la corrupción permeando en todos los estratos de la población y la agresividad como conducta aprendida para obtener los bienes de primera necesidad”.
Lo que no se debe hacer en política
De acuerdo con el análisis hecho por Merino, en lo político, primero Hugo Chávez y luego Nicolás Maduro, crearon un sistema en el que el poder autorizado no admite límites y se salta todos los preceptos establecidos en la Constitución Nacional que ellos promovieron. “Chávez creó un Poder Electoral con la intención de garantizar el ejercicio del derecho al voto como la máxima expresión del poder popular. Sin embargo, ese Poder Electoral que hoy es dominado por el partido de gobierno, atenta contra el derecho más elemental de toda democracia: el voto”, señaló.
La iniciativa del referéndum revocatorio es un concepto superior al de la democracia representativa (aquella en la cual los ciudadanos votaban por unos representantes y estos, en su nombre, podían cumplir o no con su plan de gobierno). De allí que en la Constitución de 1999 se agregó el término de democracia participativa (a través de la cual el ciudadano puede rechazar una decisión, política o ley redactada por sus representantes).
Merino tomó un ejemplo foráneo: el Brexit, consulta popular mediante la cual el Reino Unido decidió, en junio de este año, salir de la Unión Europea. Este referendo fue rechazado por el Primer Ministro David Cameron, quien renunció un mes más tarde a su cargo tras ser derrotado. “El revocatorio es el mayor ejemplo de la democracia participativa y protagónica”, aseveró Merino. “En Venezuela, se han secuestrado los poderes públicos, perdiendo toda su autonomía, situación que atenta no solo contra los partidos sino contra la democracia participativa y protagónica de su pueblo. Y todo eso con el apoyo del mal llamado Tribunal Supremo de Justicia”.
Lo que no se debe hacer en economía
En lo económico, el gobierno de Nicolás Maduro ha sido “un verdadero desastre”, apuntó el también economista de profesión. Hoy Venezuela tiene la mayor inflación del mundo, 180,9% en 2015 según cifras del Banco Central de Venezuela (BCV), aunque extraoficialmente se habla de 270,7%; tiene la deuda externa per cápita más elevada del mundo (superior a 350 mil millones de dólares); reservas internacionales en 11 mil millones de dólares; tiene el mayor desempleo disfrazado del mundo, 70% (utilizan a trabajadores en ocupaciones de baja productividad, empleando a más de los que realmente se requieren. Se pasó de 10 ministerios a más de 30 más todas las organizaciones creadas por el Estado milicias, comunas, Clap, misiones, etc.); tiene el ingreso per cápita más bajo del mundo (70% de la población gana menos de 2 dólares diarios); tiene 70% de desabastecimiento en productos y medicamentos básicos y, de acuerdo con la firma Bloomberg, somos el país más miserable del mundo.
“Y lo más preocupante de esto es que estas cifras negativas son el resultado del mayor y más prolongado boom petrolero de nuestra historia. Tenemos a unos gobernantes muy ricos y a un pueblo muy pobre. Está demostrado que las economías estatistas, socialistas, jamás resuelven los problemas de las personas”.
Lo que no se debe hacer en lo social
En el tema social, Merino enumeró un rosario de problemas que aquejan a todos sin distingo de color, religión, preferencia política o clase social. “En Venezuela hay muchas carencias en los servicios básicos de agua, luz, aseo, vialidad, internet, salud y educación; tenemos hospitales públicos que funcionan como si estuviésemos en guerra; escuelas donde no hay servicios básicos y cuya infraestructura física está por el suelo; la mayor tasa de homicidios del mundo, 90 por cada 100 mil habitantes; el mayor número de secuestros del mundo; tenemos un país donde hay un proceso de destrucción del trabajo fomentado desde el propio gobierno; y somos el país de América Latina con la mayor tasa de emigración (cerca de 3 millones de venezolanos han abandonando nuestro país).
Siendo el país con las mayores reservas de petróleo certificadas del mundo, también poseemos un gobierno fuertemente cuestionado en materia de violaciones de derechos humanos y con altos funcionarios acusados de narcotráfico y corrupción.
Toma de Caracas
Por todas estas razones Merino destacó la importancia de que el 1º de septiembre, la mayor cantidad posible de venezolanos acudamos a la “Toma de Caracas”. “Esta actividad tiene que ser contundente. Veremos qué le explicarán el psiquiatra, las rectoras del Psuv y el narcoestado a la comunidad internacional para no realizar unas elecciones que son de los ciudadanos”.
Concluyó Merino citando nuevamente a El Libertador en su alocución en el Congreso de Angostura: (…)”La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. (…)”.