Ford anunció este lunes la llamada a revisión de más de 113.000 vehículos, la inmensa mayoría en Norteamérica, para solucionar tres problemas que afectan a la bomba de la gasolina, las bombas de inyección y el software de las ventanillas eléctricas.
La mayor llamada a revisión afecta a 88.151 vehículos de los modelos Ford Taurus 2013-2015, Ford Flex 2013-2015, Lincoln MKS 2013-2015, Lincoln MKT 2013-2015 y Ford Police Interceptor 2013-2015, todos ellos con motores de 3,5 litros turboalimentados.
En estos vehículos, el módulo de control de la bomba de la gasolina puede dejar de funcionar, lo que causaría el repentino apagado del motor, en algunos casos sin aviso previo, lo que aumenta el riesgo de accidente.
Ford señaló que no dispone de información de ningún accidente o lesiones asociadas con este defecto.
Del total de vehículos afectados, 77.502 se encuentran en Estados Unidos, 7.353 en Canadá y 1.083 en México. El resto fueron vendidos en otros mercados.
La segunda llamada a revisión implica la actualización del software de las ventanillas eléctricas de 23.150 vehículos del modelo Ford Escape 2017.
Según Ford, la actual configuración puede exceder la fuerza permitida por las regulaciones, lo que aumenta el riesgo de lesiones, aunque la compañía no tiene información de ningún accidente ocasionado por el problema.
La mayoría de los vehículos afectados se encuentran en Estados Unidos (17.985) y Canadá (5.157).
La tercera llamada a revisión reemplazará las bombas de inyección de combustible de 2.472 furgonetas Ford Transit de 3,2 litros diésel.
Las bombas pueden dejar de funcionar de forma inesperada causando la parada repentina del motor.