El pueblo está ansioso. Hemos cumplido con todas y cada una de las exigencias de las rectoras del CNE, solo para no darles el gusto de tener excusas para suspender el Revocatorio y violar los derechos de nuestro pueblo.
Lo hemos pedido con respeto. Les hemos hablado bajito. Hemos protestado pacíficamente desde las calles del país. La crisis ha hablado por sí sola, desde el hambre y la desesperación los venezolanos piden a gritos, CAMBIO. No pueden seguir haciéndose a la vista gorda, ni de oídos sordos.
Por eso, estamos convencidos que la fotografía de este 1 de septiembre será contundente y satisfactoria. Venezuela dará una demostración más, de que está cansada del atraso y la destrucción de este combito de enchufados que lo único que ha hecho, es hundir a Venezuela en la peor miseria de su historia.
No estamos solos. Somos millones los que queremos Cambio. Cada día se unen más y más venezolanos en esta lucha por un país de progreso y futuro, donde nuestros niños vayan a la escuela con la barriguita llena y los útiles completos. Donde las madres puedan esperar a sus hijos a la llegada del colegio con un almuerzo balanceado y tiempo para disfrutar con ellos, porque se acabarán las colas, la búsqueda insaciable de comida y la desesperación por no saber qué ponerle en el plato a sus hijos.
Juntos alcanzaremos la Venezuela educada y habitable, que se merecen nuestros jóvenes. Una Venezuela donde puedan llevar una vida tranquila y normal, donde puedan disfrutar de su adolescencia y juventud a plenitud. Donde puedan caminar por las calles de su ciudad, hacer uso de la tecnología y no temer a que un celular o un par de zapatos valgan más que su vida y sueños de futuro.
Con el Cambio las familias no tendrán que separarse buscando oportunidades en otras tierras. Por el contrario, plenos de felicidad abriremos nuestros brazos para recibir de vuelta a todos aquellos venezolanos que se han tenido que ir, huyendo de la criminalidad, el hambre y las amenazas.
Pero todo esto pasará única y exclusivamente, si trabajamos unidos como un equipo. El equipo de Venezuela. Éste no es el momento de intereses particulares, ni individualistas. Aquí no están permitidos los revanchismos ni los egos. Debemos tener cuidado con las malas intenciones de quienes se saben derrotados. La fecha del 1 de septiembre será un día clave, desde la Unidad daremos un mensaje claro al mundo entero. El Gobierno buscará a toda costa torcer nuestras intenciones y nuestro paso por la historia. No podemos pisar el peine.
Recordemos que esta marcha del 1 de septiembre es una manifestación pacífica, previa a lo que será el Revocatorio. El capítulo final de esta historia, que no nos queda duda de que sea, democrático, electoral y constitucional.
Este 1 de septiembre, ¡Venezuela, nos vemos en Caracas!