Numerosos fieles depositaron este domingo ramos de flores en la tumba de la madre Teresa en Calcuta, en el este de India, para celebrar la canonización en el Vaticano de la religiosa de los desheredados.
AFP
La gente comenzó a congregarse desde primeras horas de la mañana en la sede de su congregación en Calcuta, donde se encuentra su tumba, que es decorada cada día por las hermanas con una palabra escrita con pétalos de flores.
Se celebró una misa especial en honor de la religiosa, icono de la caridad, antes de la ceremonia en la basílica de San Pedro de Roma.
Los fieles encendieron velas y colocaron flores en su tumba mientras las hermanas entonaban cantos en su honor.
“Es un día de celebraciones, un día de gratitud, un día con numerosas bendiciones”, dijo la hermana Mary Lysa.
“Las Misioneras de la caridad decidieron que esta jornada sería una celebración para hacer avanzar la causa” de la madre Teresa “al servicio de los pobres, de los moribundos y de los enfermos”, precisó.
Madre Teresa -nacida en 1910 en el seno de una familia albanesa en Skopje y fallecida el 5 de septiembre de 1997 en la sede su congregación en Calcuta- recibió el premio Nobel de la Paz en 1979. En 1950, fundó en India las Misioneras de la Caridad, que cuenta hoy con 5.000 religiosas que dedican su vida a los más pobres.
Encendiendo una vela, Konica Cecilia, de 32 años, explicó que la religiosa había ayudado económicamente a sus padres para que ella pudiera ir a la escuela.
“Tuve la suerte de conocer a la madre Teresa. Era una santa en vida y una inspiración para mí”, dijo. “Su recuerdo me reconforta cuando tengo problemas”, aseguró.