Las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia para lograr un alto en fuego que permita la entrada de más ayuda humanitaria en Siria fracasaron hoy en Hangzhou (este de China), donde se reúnen las delegaciones de ambos países al margen de la cumbre del G20. EFE
Fuentes diplomáticas anunciaron que no se ha logrado llegar a un acuerdo, después de que el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, mantuviera reuniones el domingo y hoy con su par ruso, Serguéi Lavrov.
Los presidentes de ambos países, Barack Obama y Vladímir Putin, celebraron después un encuentro “formal” en Hangzhou que duró 90 minutos, en el que hablaron de Siria y de Ucrania, en un intento por dar continuidad al diálogo sobre la tregua siria pese a las malogradas negociaciones previas.
Parece frustrada, por lo tanto, la posibilidad de que ambos países lleguen a un acuerdo antes de que acabe la cumbre del G20 en China, después de tampoco lograrlo en reuniones previas en Moscú, Washington o Ginebra.
Kerry ya advirtió ayer de que, si bien se habían producido avances considerables en importantes cuestiones técnicas en las conversaciones con Lavrov, aún quedaban al menos dos asuntos difíciles en los que pactar para que pudiese haber un alto el fuego.
Aunque ninguna de las dos partes ha querido confirmar cuáles son ese par de escollos, el departamento de Estado de EEUU dijo recientemente que sólo apoyará un alto el fuego nacional entre el Ejército de Bachar al Asad y los rebeldes, y no otro “cese de hostilidades” a corto plazo en algunos puntos del país.
Con menos firmeza se expresó, en cambio, la parte rusa. Fuentes diplomáticas del Kremlin aseguraron hoy que “el proceso continúa” y que “no hay razones para declaraciones tan dramáticas (…) como que nada se ha conseguido”, según publica la agencia rusa Interfax.
Sobre la situación en Alepo, punto crucial de las negociaciones, esa misma fuente señaló: “sí, sin duda es algo que se está discutiendo, también por la línea de los militares”.
“Pero no se trata de un nuevo alto el fuego -continuó-, sino de medidas para reforzar el cese de hostilidades vigente, que no se cumple en muchas zonas de Alepo debido a las provocaciones y nuevas acciones (de combate) en toda regla por parte de los grupos terroristas y sus partidarios”
Por su parte, Obama se mostró ayer precavido y “escéptico” sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo en Hangzhou, con Moscú como aliado del régimen de Bachar al Asad y Washington del lado de las fuerzas de la oposición.
Así, el mandatario estadounidense reconoció en una rueda de prensa el domingo las “profundas diferencias con los rusos tanto en las partes que apoyamos, como en el proceso que se requiere para llevar la paz a Siria”, donde cinco años de conflicto han causado más de 250.000 muertos y mas de 4 millones de refugiados.
Asimismo, advertía a Moscú: “si no vemos ningún avance de los rusos en reducir la violencia y aliviar la crisis humanitaria, es muy difícil ver cómo pasamos a la siguiente fase”.
Tanto Obama como Putin darán ruedas de prensa por separado al término de la cumbre, en las que se espera que elaboren más sobre los pormenores de las conversaciones sobre Siria y sus diferencias al respecto, entre otros asuntos.
De momento, se desconoce cuándo ambas delegaciones reanudarán las conversaciones para impulsar la paz en Siria.