“Entramada frente al mar de Margarita, Mar de la Virgen del Valle, mar de la Virgen bonita”…
Simón Díaz
Esta semana mi artículo va dedicado a la Santísima Virgen de Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo, “Vallita”, este 8 de septiembre los orientales, en especial los margariteños rindieron especial tributo a su virgen bonita, centrados en el año de la Misericordia y a los 105 años de su coronación canónica.
Por María Auxiliadora Dubuc / @mauxi1
Cuenta la leyenda que en los inicios de la conquista de los españoles, los habitantes de Nueva Cádiz encargaron a España una imagen de la Inmaculada Concepción para poner la ciudad bajo su protección, en el año 1530, pero pocos años después, el 25 de diciembre de 1541, un huracán arrasó Nueva Cádiz y con ella la iglesia donde estaba la imagen de la Virgen. Al salvarse milagrosamente la imagen de la Virgen, los pobladores de Cubagua decidieron ponerla salvo de nuevos cataclismos, llevándola en 1542 a una hacienda en El Valle de la Isla de Margarita, donde le construyeron una pequeña ermita. Con el paso del tiempo el lugar dio el nombre a la imagen, que comenzó a llamarse la Virgen del Valle.
En el año de 1608, la isla de Margarita experimentó una gran sequía. Por tal motivo, los margariteños decidieron sacar la Virgen y llevarla en procesión hasta la Asunción, en el momento en que la procesión llegó a esta ciudad, el cielo se ennegreció y pronto comenzó a precipitarse una fuerte lluvia sobre toda la isla. Además existen varias leyendas sobre la Virgen del Valle. Según una de éstas, la imagen de la Virgen fue pintada por los ángeles que se la llevaron a los indios para que ella los protegiera de los abusos de los conquistadores. Unos guaiqueríes la encontraron sobre unos matorrales y se la llevaron a Palguarime para construirle allí una capilla, al poco tiempo la Virgen apareció nuevamente en el sitio donde se le había encontrado. Finalmente, los indígenas entendieron que era allí donde quería la Virgen ser venerada y le construyeron una capilla que con el tiempo, se habría de transformar en el santuario de hoy. La Virgen también estuvo al lado de los patriotas en la batalla de Matasiete, durante la guerra de Independencia, ella animaba a los patriotas y curaba sus heridas, por lo que también se le conoce como la Virgen Patriota.
Según otra leyenda, un pescador llamado Domingo estaba buscando perlas en el fondo del mar y pisó una enorme raya que le hincó su púa. Como consecuencia de esto, la pierna se le ulceró y los médicos opinaron que había que amputarla para salvarle la vida. Ante estas circunstancias la esposa de Domingo fue a pedirle con mucha fe a la Virgen del Valle por la salud de éste. Al poco tiempo el pescador sanó de manera milagrosa, por lo que le prometió que en pago le ofrecería la primera perla que consiguiera. Se hizo a la mar y al abrir una ostra, halló una perla que reproducía con asombrosa fidelidad la forma de su pierna y hasta el rastro de su cicatriz.
Pero cabe destacar que este año, la conflictividad que vivimos en el país, intentó opacar la festividades que se organizaban en la isla con motivo de la veneración a nuestra amada virgencita afortunadamente de manera infructuosa, por lo que en el Aeropuerto Internacional Santiago Mariño en la Isla de Margarita, ocurrió un incidente insólito que nos llena de tristeza y hondo pesar a todos los venezolanos.
El Gobernador del Estado Miranda, mariano, y devoto de la Virgen del Valle viajó la isla con la intención de pagar una promesa, promesa que dicho sea de paso lleva cumpliendo por unos cuantos años y se encontró con un grupo de encapuchados, armados, los llamados “colectivos” que presentes en el recinto impedían y rechazaban su visita a la isla. Así estuvieron sitiados por más de 4 horas, no solo Capriles sino además todos los pasajeros, ancianos, mujeres y niños que llegaron en el vuelo, y que finalmente, lograron escapar por vías alternas.
Luce irrespetuoso, antidemocrático y además inmisericorde la actitud de quienes a través de la violencia intentan impedir la visita de un devoto a la isla a presenciar un acto sagrado como es la veneración de nuestra Santa Madre en su día.
La imagen de la Virgen del Valle tiene más de 500 años, adorada por sus feligreses es trajeada y adornada en su día con orquídeas y flores por ellos, este año vistió de azul sin derroches, dada la situación de crisis que vivimos, pero con mucho esfuerzo, amor, dedicación y esmero.
Es importante destacar que la Virgen del Valle moviliza la fe, es una fuerza que mueve y une, por lo que es el pueblo quien a través de sus acciones y su devoción infinita rescata los valores esenciales, muestra de ello, es la asociación mágica que emana del alma de los feligreses frente a su imagen, que luciendo radiante y hasta sonreída en procesión, avanza y se abre paso, entre aplausos y alabanzas para encontrarse con su gente en un acto de fe verdaderamente conmovedor.
Toda esta situación nos llama a la reflexión, se necesita mucha oración y espiritualidad para salir delante de las dificultades económicas y políticas que enfrenta nuestro país, mucha compasión por aquellos que no saben lo que hacen y que manipulados por el régimen caen en el terreno de la violencia. La importancia de estar enfocados en la misericordia, sentirnos amados por Dios y transmitir ese amor a nuestros semejantes cubre entonces un sentido fundamental.
Pedimos a Vallita, la más tierna de las madres, patrona de los marineros, protección, que nos cubra con su manto, pero sobre todo pedimos la paz y la reconciliación de nuestro pueblo en su día y que interceda con su manos poderosas ante Dios Nuestro Señor para que la unión y la fraternidad se hagan presentes en nuestro país deslastrando cualquier vestigio de odio, rencor, enfrentamiento y violencia de los corazones de los venezolanos.
María Auxiliadora Dubuc
@mauxi1