El miembro de la dirección regional de Primero Justicia en el estado Bolívar Braulio Merino, se preguntó este viernes si “¿habrá alguien que le diga y explique a Nicolás Maduro con conocimiento de causa que la economía no admite controles?”.
Nota de prensa
El cuestionamiento lo hizo Merino en el marco de la Toma de Ciudad Bolívar, a propósito de la cuarta prórroga consecutiva aprobada por Maduro al Decreto de Emergencia Económica, sin el visto bueno de la Asamblea Nacional y contraviniendo lo establecido en la Carta Magna al respecto.
“El gobierno sigue empeñado en destruir la economía y culpar luego a factores externos del caos generado por ellos mismos. No se pueden obtener resultados diferentes si se siguen aplicando las mismas políticas de hace 18 años”, señaló.
Merino cuestionó la nueva prórroga del decreto porque desde su aprobación en enero de este año, éste no ha atacado la raíz del problema: suprimir las excesivas importaciones y favorecer la producción nacional, así como eliminar progresivamente los controles impuestos a la economía.
Maduro, Istúriz y quienes han pasado por el gabinete económico han declarado a lo largo de los meses de 2016 que al mes siguiente le torcerían el pescuezo a quienes han fomentado la “guerra económica”. No obstante, nueve meses y medio después se ha agravado la escasez y el desabastecimiento de productos de primera necesidad y medicamentos.
“La economía no acepta controles y menos por tiempo indefinido. Tenemos un control de cambio desde hace 13 años que ha generado no solamente la mayor fuga de capitales sino el mayor entramado de corrupción de toda nuestra historia”, dijo al recordar que la banca internacional ha revelado que existen más de 450 mil millones de dólares de venezolanos depositados en el exterior.
A este control cambiario se suman el control de precios de los productos de consumo masivo, el control del porcentaje de ganancias y el control absoluto (por parte del propio gobierno), de toda la cadena de importación, distribución y comercialización de alimentos, así como la expropiación, confiscación y ocupación de tierras productivas, industrias, empresas y otras unidades de producción.
“Han expropiado por puro resentimiento, sin tener el menor conocimiento de cómo manejar las tierras o empresas ocupadas. Y hoy vemos las consecuencias: no hay maíz en el país de las arepas, no hay arroz, caraotas, lentejas, café, aceite, azúcar, leche, pasta, pan, huevos, sardinas, carne, pollo, en fin, lo que tradicionalmente se conseguía en la despensa de las familias más humildes”, enfatizó.
El dirigente justiciero insistió en el hecho de que este modelo fracasado no tendrá éxito alguno porque hace todo lo contrario a sus enunciados: han criticado el monopolio de las trasnacionales y terminaron abrazando el capitalismo de Estado que generó esa pequeña élite que hoy controla todo. “Un grupo muy reducido de chavistas hoy forma parte de esa burguesía repugnante que tanto criticaron. Tienen una doble moral: mientras por un lado critican a quienes han trabajado y sacado adelante al país, por el otro controlan y deciden qué comer, cuándo comer y cuánto comer mientras ostentan los recursos malhabidos. Además se sienten con patente de corso para disponer de los recursos naturales sin aceptar control y seguimiento por parte de la instancia natural: la Asamblea Nacional. Nada nos sacará de este caos económico sino cambiamos de modelo. Por eso tenemos que revocar a Maduro y a este sistema perverso que convirtió a Venezuela en un país de miserables”, concluyó.