Al tiempo que aumenta el número de médicos cubanos en Venezuela, al menú de los galenos se incorpora la carne de iguana, que salen a cazar.
Juan Juan Almeida / Martí Noticias
Contrario a todo pronóstico e inverso a lo convenido; el gobieno cubano duplicará temporalmente su personal de salud en Venezuela. La repentina decisión, o disposición de emergencia, persigue poner freno urgente al descontento popular del pueblo venezolano y granjear el agradecimiento de los sectores más desposeídos aumentando, con el inminente arribo de un ejército de batas blancas, el programa social Barrio Adentro, una de las principales banderas del chavismo.
El tan humanitario plan social dirigido a atender a los más necesitados, desde una hermosa iniciativa local con participación y protagonismo ciudadano, hoy toma especial importancia y se transforma en arma política para salvar al gobierno bolivariano.
Para ajustar y poner en funcionamiento la nueva estrategia, tuvo lugar en La Habana, hace unos pocos días, exactamente en la UCCM (Unidad Central de Cooperación Médica), entidad encargada de garantizar el cumplimiento de los compromisos contraídos por el gobierno de Cuba en el campo de la Colaboración Médica Internacional), un rosario de extenuantes reuniones, celebradas a puertas cerradas y capitaneadas por Roberto González (Marín), Jefe de la Misión Médica en Venezuela, donde también participaron representantes políticos de ambas naciones.
Según lo acordado, los colaboradores cubanos estarán volando, divididos en pequeños grupos, desde este lunes 19 hasta el 30 del presente mes, y aterrizarán, con destino a cumplir una estratégica misión, en territorios que según documento firmado aparecen marcados con la palabra “fundamental”. Estos Estados son Miranda, Yaracuy, Aragua, Distrito Capital, Carabobo, Barinas y Apure.
“Todas las semanas sale menos gente para Venezuela; hasta ahora solo estábamos enviando el relevo, y el personal que termina sus vacaciones. Caracas paga este servicio y otras exportaciones cubanas con una remesa fija, diaria, de una cantidad ya pactada de barriles de petróleo; pero ese contrato se firmó con un precio y ahora el crudo tiene otro. Es decir, la plantilla se redujo considerablemente. Este nuevo grupo tan grande de médicos, enfermeros y trabajadores de la salud es sólo coyuntural, para apoyar a Maduro. Algo fuera de convenio, es lo que nosotros llamamos ayuda solidaria. Este personal con muy precisa encomienda debe regresar a Cuba en cuanto pase la crisis”, asegura desde La Habana un funcionario del Ministerio de Salud.
“Mira, puede ser una táctica conveniente para hacer política en tiempos enrevesados; pero dudo que funcione, ¿de qué vale enviar más colegas si aquí en los CDI (Centros Diagnósticos Integrales) los equipos están ruinosos y escasean los medicamentos?”, se pregunta un colaborador cubano que cumple misión en una zona rural.
“Venezuela – continúa – lo que necesita con urgencia es comida. Los compas míos del CDI salen a cazar iguanas para poder sobrevivir; solo tiene que visitar nuestros perfiles en facebook para vernos y no porque seamos cazadores sino porque los mercales que nos venden a los cubanos (jaba) vienen nada más con arroz y nada de plato fuerte”.