La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) anunció el jueves que inició acciones en Estados Unidos para recuperar 3.800 millones dólares de fondos de sus aerolíneas bloqueados en Venezuela.
AFP
“La situación en Venezuela es grave. Y aún lo será más si las aerolíneas no son capaces de mantener la conectividad mientras sus fondos siguen bloqueados”, señala un comunicado de IATA difundido en Miami.
La entidad indicó que la operación desde y hacia el país caribeño está en juego, ya que varias empresas están recortando servicios debido a dificultades financieras.
IATA dijo que ya pidió al gobierno de Estados Unidos que le conceda la inmunidad antimonopolio para así poder gestionar que las aerolíneas puedan repatriar fondos que estimó en 3.800 millones de dólares.
Las compañías aéreas no pueden emprender acciones conjuntas según la legislación estadounidense, que de esa forma busca evitar la formación de carteles que eventualmente perjudiquen a los consumidores.
En Venezuela, donde rige un estricto control de cambios desde 2003 y que se encuentra inmersa en una sequía de divisas por la caída de los precios del petróleo, las aerolíneas están obligadas a vender sus pasajes en bolívares inconvertibles y luego iniciar largos peregrinajes para que el gobierno les entregue los dólares correspondientes.
Según IATA, en 2013 la cantidad de solicitudes atendidas no abarcó a todas las gestiones pendientes y los fondos comenzaron a acumularse. La situación empeoró el año pasado cuando solo se permitió una sola repatriación de fondos, y en lo que va de 2016, ninguna, dijo IATA.
La entidad subrayó que lo que está en juego es la conectividad del país con el mundo.
“Ahora más que nunca, Venezuela necesita una robusta conectividad que contribuya a su recuperación económica. Sin embargo, las aerolíneas se ven obligadas a recortar servicios”, afirmó la entidad.
Aduciendo dificultades para repatriar sus ingresos locales, empresas como Aeroméxico, Latam o Lufthansa suspendieron sus vuelos desde y hacia el país petrolero en lo corrido de 2016. Esta situación ha agudizado la falta de vuelos.