Muchas han sido las amenazas verbales de los enchufados de Miraflores para intentar hacernos creer que la consulta popular contra Maduro no puede realizarse en 2016, pero la Constitución de Venezuela dice otra cosa, y ellos lo están irrespetando, para evitar contarse y mantenerse en el poder.
La parcialidad de las Rectoras del CNE es más que evidente. Dilatan el proceso, imponen condiciones y hasta se burlan de la Constitución para evitar lo inevitable; una maniobra macabra que lejos de desmoralizarnos nos ha fortalecido como país. Muestra de ello la madurez cómo desde la UNIDAD hemos asumido esta nueva etapa del camino; una tramo lleno de obstáculos pero sobre todo de mucha firmeza y convicción.
Sin lugar a dudas, “ésta es la hora del pueblo soberano; del ciudadano movilizado, de los ofendidos, de los humillados, de los engañados, de los agredidos, de los que hacemos colas interminables para comprar comida, de los que desesperamos por no encontrar un medicamento indispensable, de quienes tenemos el dolor de llorar familiares asesinados por el hampa, de las familias fracturadas porque sus hijos han tenido que irse del país. ¡Esta es la hora de no aguantar más! ¡Esta es la hora del cambio!”. (Comunicado MUD 26.09.16)
Por eso nos mantendremos en las calles pacíficamente, exigiendo respeto a nuestros derechos civiles y políticos, pero sobre todo obediencia a nuestra Ley suprema, tan golpeada y pisoteada por este desgobierno, al punto de querer realizar la recolección del 20% por estado, cuando lo que establece la Constitución es que sea a escala nacional.
¡Cuánta irreverencia señoras del CNE, y cuánta ceguera!
Haber aprobado solo 5.392 máquinas para la recolección del 20% y distribuirlas en 1356 centros para atender a un padrón electoral de 19.465.638 electores, es una muestra del poco amor que sienten por el prójimo. Prefieren ver al pueblo pasando hambre, hurgando en bolsas de basura para llevar algún desecho al estómago, que acabar con la agonía de los venezolanos.
¡Cuánta desvergüenza!
Muchos se preguntan por qué desde la unidad seguimos insistiendo en el Revocatorio; y a ellos les respondo: porque es nuestro derecho constitucional y político; y porque es el mecanismo democrático más idóneo para cambiar de gobierno y darle un nuevo respiro a nuestra amada Venezuela. Los enchufados de Miraflores lo saben y por eso recurren a la trampa y al amedrentamiento. Pero no podrán con la fuerza de una Nación que quiere futuro y progreso. Lo demostramos el 6 de diciembre y lo ratificaremos el 26, 27 y 28 de octubre.
El artículo 72 de la Constitución es claro y a él nos aferramos:
“Todos los cargos y magistraturas de elección popular son revocables. Transcurrida la mitad del período para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria, un número no menor del veinte por ciento de los electores o electoras inscritos en la correspondiente circunscripción podrá solicitar la convocatoria de un referendo para revocar su mandato. Cuando igual o mayor número de electores y electoras que eligieron al funcionario o funcionaria hubieren votado a favor de la revocación, siempre que haya concurrido al referendo un número de electores o electoras igual o superior al veinticinco por ciento de los electores y electoras inscritos o inscritas, se considerará revocado su mandato y se procederá de inmediato a cubrir la falta absoluta conforme a lo dispuesto en esta Constitución y en la ley. La revocación del mandato para los cuerpos colegiados se realizará de acuerdo con lo que establezca la ley. Durante el período para el cual fue elegido el funcionario o funcionaria no podrá hacerse más de una solicitud de revocación de su mandato”.
El numeral 5 de la Carta Magna, también es explícito al asegurar que “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo… Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”.
¿Y entonces por qué ceder nuestros derechos? Si como reza el artículo 62: “Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas. La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica”.
¡UNIDOS recolectaremos el 20%! UNIDOS revocaremos el hambre y la miseria. UNIDOS construiremos los cimientos de una Venezuela próspera, productiva, saludable, educada, de futuro y PROGRESO para todos por igual.
Estamos listos para el 20% y para iniciar un nuevo capítulo en la historia de nuestra Patria.
¡Por Venezuela vale la pena seguir luchando!