En momentos en que la popularidad del presidente Nicolás Maduro se enfrenta a sus niveles históricos más bajos, el mandatario se propone recuperar el favor popular por la vía equivocada.
Un reciente estudio de la firma Datanálisis demuestra que la población rechaza abiertamente la distribución de bolsas de alimentos y otros bienes esenciales a través de los denominados Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), por considerar que se trata de un mecanismo discriminatorio, que empeora la situación de desabastecimiento y estimula la corrupción.
A pesar de esta percepción negativa, el presidente Maduro anunció este martes su disposición a decretar la obligatoriedad de que las industrias de alimentos destinen 50% de su producción a los denominados CLAP.
“La distribución de comida a través de los CLAP ha agravado el problema de desabastecimiento,” opinó 43,9% de la población, de acuerdo con los resultados de un estudio de Datanálisis presentado en septiembre. En contraste, solo 16,9% de los consultados expresó que las bolsas de comida han resuelto en algo los problemas de la gente. 33,8% opinó que no han tenido efecto alguno.
Cuando Datanálisis preguntó si las bolsas CLAP “son la mejor solución al problema del desabastecimiento”, un abrumador 68,3% de los consultados rechazó la afirmación. Apenas 12,2% estuvo de acuerdo.
Similares resultados se obtuvieron ante la pregunta de si los CLAP “son la mejor solución contra el bachaqueo”. 69,2% rechazó la afirmación, mientras que 50,6% de la gente expresó que el mecanismo es discriminatorio, porque las bolsas no son para toda la población.
Donde se observó un marcado consenso de la población es en la opinión de que la distribución de bolsas de comida por parte de las autoridades “promueve la corrupción”. 64,8% se mostró de acuerdo con esta afirmación, y solo 16,7% la rechazó.
Precisamente, el vínculo entre las actividades de los CLAP y las denuncias de corrupción y discriminación se ha acentuado tanto en los últimos meses que la Asamblea Nacional acordó conformar una Subcomisión especial para recibir e investigar este tipo de casos.
A pesar de todas estas evidencias, el presidente Nicolás Maduro se mostró a favor de obligar a las industrias de alimentos a que concentren sus esfuerzos en llenar estas bolsas. “Me están proponiendo emitir un decreto en el marco de la Gran Misión Abastecimiento Soberano a través del cual el Estado se reserve el derecho de adquirir hasta el 50% de los rubros producidos por la agroindustria nacional para distribuirlas de manera directa en los Clap”, dijo el mandatario en el programa “Contacto con Maduro”.
Los principales afectados serían los comercios formales, como abastos y supermercados, que verían disminuir notablemente los productos que reciben de las empresas de alimentos. De acuerdo con Datanálisis, la gente prefiere comprar en estos establecimientos (63%) porque así puede decidir cuáles productos comprar, en lugar de adquirir una bolsa impuesta por los CLAP.
Los encuestados dijeron además que consiguen más alimentos en los negocios tradicionales que en los CLAP (52,7%) y consideran que las bolsas que reparte el Gobierno no son más que “una nueva forma de racionamiento de alimentos” (60.5%)