El paso del huracán de categoría 3 Matthew por la costa este de la región centro de Florida (EE.UU.) la pasada noche se cobró indirectamente la vida de una persona y causó cortes de luz, caída de árboles y desperfectos en algunas viviendas.
Una mujer que sufrió un ataque cardiaco en Saint Lucie, a 114 millas (180 kilómetros) al norte de Miami, no pudo ser llevada a un hospital ni atendida por los servicios de emergencia debido a los efectos del ciclón y falleció, informaron las autoridades locales.
La mujer, de 58 años, es la primera víctima mortal en EE.UU. de este huracán que ha causado más de 478 muertes en Haití, según datos oficiales.
Los fuertes vientos e intensas lluvias de Matthew, que azotó esta madrugada Cabo Cañaveral con rachas de 107 millas por hora (172 km/h) en su rumbo hacia el norte del estado, provocaron además que cerca de 475.000 usuarios perdieran el servicio eléctrico.
Uno de ellos fue el mexicano Sergio Ramírez, quien dijo a Efe que fue incapaz de dormir en toda la noche y pasó la madrugada junto a dos compatriotas escuchando cómo soplaba el fuerte viento fuera de su endeble casa móvil, situada en Fort Pierce, 130 millas (210 kilómetros) al norte de Miami.
“Ojalá que no regrese porque va a ser peor”, dijo el mexicano, quien indicó que, cuando se fue la luz, sobre las 3 o 4 de la madrugada, sintió miedo”.
Aunque se mostró aliviado de que su casa se libró de los árboles que cayeron en la zona, dos de los cuales levantaron parte del suelo de una de estas casas móviles y uno cayó sobre el auto de uno de sus vecinos, se temió que Matthew sí “fregó” la costa de Florida por la fuerza con la que llegó.
Roger Martin, de 70 años, por el contrario, se mostró como un veterano en este tipo de fenómenos meteorológicos y dijo a Efe que siempre que llegan ciclones se queda en casa.
Tras veinte años en una casa medio destartalada y descolorida ya está, dice, acostumbrado, y pudo dormir “sin problemas”, y lo único que hizo fue, hace unos días, subirse al tejado para arreglar unas goteras y evitar que fueran a mayores.
En la zona de la costa los vecinos se acercaron a las playas y puertos deportivos para ver los efectos del paso del huracán, aunque en Fort Pierce todo amaneció tranquilo.
Otra de las consecuencias del paso del huracán es la escasez de combustible en la costa este del estado, pues la mayoría de las estaciones de servicio ya no tiene gasolina ante la gran demanda o están cerradas por falta de suministro eléctrico que haga funcionar las bombas.
Vecinos de la zona reportaron que los fuertes vientos levantaron parte de los tejados de sus viviendas, como John Martin, que dijo a Efe que parte de su techo se perdió y comenzó a entrar agua a su casa, aunque, explicó, afortunadamente, no fue mucha. EFE