En estos momentos, la mejor manera de activar la desobediencia civil es destituyendo a Maduro por colombiano, es decir, a través de la aplicación del Decreto Gramcko; e inmediatamente después, convocar la gente a la calle para respaldar esa medida.
Este esquema cuenta con el apoyo del sector institucional de las Fuerzas Armadas, que rechaza a un presidente extranjero, sometido además a las órdenes de Cuba.
Existen otros argumentos para activar el artículo 350, todos ellos válidos; pero el tema de la nacionalidad colombiana de Maduro es simple, fácil de entender, está bien posicionado en la opinión pública y su implementación ya se inició, gracias a la propuesta de la diputada Melva Paredes. Además, no requiere recoger firmas, ni la aprobación del TSJ, ni pasar por el CNE; depende únicamente de la Asamblea Nacional.
Pero advierto que, para activar este mecanismo, la sociedad civil debe presionar fuertemente a la AN, porque, como denuncié en mi columna anterior, hay “opositores” negociando con el chavismo, y uno de los puntos acordados es desestimar la nacionalidad de Maduro.
¿Quiénes son los que negocian? Los mismos que se opusieron a “La Salida”. Los mismos que se reunieron secretamente en República Dominicana. Los mismos que pactaron las condiciones de la marcha del 1 de septiembre. Los mismos que aceptarían un RR en el 2017. En fin, los mismos que critican el Decreto Gramcko.
@LuisSemprumH