Más de 100 artistas del tatuaje y las perforaciones exhibieron sus más llamativos diseños en una convención que tuvo lugar en Bucarest, Rumania, el fin de semana.
AP
Tatuajes de animales, niños y personajes fantásticos abundan en el cónclave que duró tres días. Cientos de personas acudieron a admirar los diseños.
Entre los asistentes estuvo el estadounidense Paul Booth, uno de los tatuadores más famosos del mundo, cuyos innovadores diseños suelen cubrir el cuerpo entero, incluyendo piernas y cuello. El puertorriqueño Yall Quiñones, célebre coleccionista de tatuajes, también estuvo presente en el evento que concluyó el domingo.
Los organizadores destacaron cómo la cultura de la tinta corporal se ha popularizado en los últimos 30 años, desde una costumbre casi exclusiva de motociclistas en la década de 1970 a momentos en que las convenciones atraen a miles de admiradores.
Al mismo tiempo se organizó una competencia de barba y bigotes, en el centro de convenciones justo detrás de lo que fue uno de los palacios del dictador Nicolae Ceausescu.
Los participantes en el concurso recibieron calificaciones por su vello facial, hablaban de cómo lo cultivaban y de cómo reaccionaba la gente al verlo.
Uno de los asistentes aseguró que no se había podado el bigote desde 1979.