La última solución que ha conseguido el régimen para combatir su famosa guerra económica es importar productos de primera necesidad desde Brasil. Lo que resulta como la única salida lógica e inmediata tomando en cuenta de que durante 17 años se han dedicado a expropiar y destruir el aparato productivo del país.
Pero al importar productos donde los precios son fijados por relación de costos y dictámenes del libre mercado como la oferta y demanda han dejado al descubierto lo que los empresarios venezolanos vienen señalando desde hace años, y es que los precios regulados a los que les obligan a vender sus productos son absolutamente irreales, pues a duras penas cubren los costos de producción, haciendo cada vez más duro para ellos continuar produciendo en el país.
Y es que mientras a los productores nacionales les obligan a vender el litro de aceite de maíz en 28 Bs, un kilo de arroz en 104,23 Bs, y el de azúcar en 380 Bs. El precio de venta de productos importados los supera con creses, pues el precio fijado para la venta del kilo de arroz es de 1850 Bs, un litro de aceite maíz cueste 2.390 Bs.
Lo irónico de esta situación es que nuestros productores por años han solicitado que se sinceren los precios, pues ellos siguen apostando por el país quieren seguir trabajando pero ningún empresario está dispuesto a producir algo que le obligarán a vender por debajo de su costo de fabricación.
De hecho al inicio del año, los productores de azúcar, de las pocas refinerías que aún no están en manos del régimen, pidieron que les fijaran el precio de venta del producto en Bs. 680 para poder cubrir los costos de producción y obtener ganancias. Petición que fue ignorada y fijaron su precio casi a la mitad de lo solicitado. Un producto que ahora el régimen importó y venderá a un costo 3 veces superior de lo que nuestros productores le habían propuesto.
El régimen sigue hablando de guerra económica, cuando todos sabemos que la economía de guerra que atravesamos es culpa de sus erradas políticas, y su terquedad en seguir apostando por un modelo económico fracasado. No es justo que obliguen a nuestros productores a cerrar sus puertas, generando desempleo y aumentando la escasez mientras el gobierno sigue alimentando economías de otros países a través de la importación de alimentos e incrementando sus arcas en cuentas personales en el exterior.
Son absurdos como estos lo que nos sigue impulsando a luchar por el cambio, porque seguimos apostando por Venezuela, porque sabemos que podemos salir de esta crisis en la que estamos sumergidos, pero para hacerlo es imperativo lograr un cambio de políticas, y es por eso que saldremos de forma masiva los próximos 26, 27 y 28 de octubre a firmar por el 20% para exigir el cambio que anhelamos e iniciar la construcción de La Mejor Venezuela.
Aarón Rodríguez Moro – @RodriguezAaron