Yazmín Milagros, la bebé de 11 meses asesinada, tuvo un muerte terrible: además de haber sido abusada también había sido golpeada y quemada en distintas partes de su cuerpo, reseña La Capital.
En base al resultado de la autopsia. Por el crimen de la bebé, la justicia detuvo el lunes a la noche a sus padres, Lucía Sosa (33) y Héctor Picart (52). Ayer a la mañana fueron llevados a tribunales donde frente a la fiscal María Isabel Sánchez se negaron a declarar.
Este medio accedió en exclusiva a algunas de las conclusiones de Omar Cerillano, el especialista que realizó la autopsia en el cuerpo de la bebé y que constan en el expediente judicial. Yazmín tenía golpes en la muñeca, la axila, la pantorrilla y un moretón de, al menos, tres días en la zona del sacro.
Pero no sólo eso: su cuerpo también demostraba que había sufrido quemaduras en la pierna derecha y había sido sometida a un intenso calor en el pie y el talón. “El fin del maltrato realizado sin dudas con alevosía dada la imposibilidad de defensa de la víctima fue causar la muerte a corto o mediano plazo de la bebé”, afirmó la fiscal María Isabel Sánchez al redactar el pedido de detención de los padres de Yazmín en lo que los acusó de “abuso sexual gravemente ultrajante seguido de muerte”.