La XXV Cumbre Iberoamericana acabó hoy con la aprobación final de la Declaración de Cartagena, su sede, en la que los 22 países acordaron trabajar conjuntamente para mejorar la educación de sus jóvenes y crear empleo.
EFE
Además de la declaración conjunta, los 22 gobiernos de la región, compuesta por los 19 países latinoamericanos, España, Portugal y Andorra, adoptaron el Pacto Iberoamericano por la Juventud, el plan de acción de la cooperación iberoamericana y 14 comunicados especiales.
El texto principal de la XXV Cumbre contiene 41 puntos que prestan especial atención a los temas de su lema “educación, la juventud y el emprendimiento” y recogen el deseo de empoderar a los jóvenes para incorporarles a un mercado laboral marcado por la gran presencia de las tecnologías.
El primero de los puntos se refiere al Pacto Iberoamericano de Juventud, como un “acuerdo político-institucional que permitira? conformar una alianza entre diversos sectores y actores con el fin de mejorar la articulación intersectorial e intergubernamental”.
Además, según la declaración, el Pacto, que contiene 22 puntos de los que cada país asumirá uno, contribuirá a “orientar la inversión y garantizar el desarrollo integral y la protección de los derechos de las personas jóvenes”.
El texto se refiere a la necesidad de mejorar la educación e “impulsar la movilidad de estudiantes, profesores e investigadores, previniendo la ocurrencia y mitigando el impacto negativo de la fuga de cerebros”, a través de Campus Iberoamérica que nació tras un mandato de la Cumbre de Veracruz (México) en 2014.
Al tanto de la juventud, promoverán su “integración en la administración pública y, en tal sentido, cualificar la formación mediante alianzas entre los centros de formación públicos o privados, la academia, grupos de jóvenes los Gobiernos, los laboratorios de innovacio?n pu?blica o figuras similares, entre otros”.
Las políticas también tenderán a “valorar la participacio?n de los emprendedores en su contribucio?n al desarrollo de las sociedades (…) creando condiciones para la generacio?n de empleo y prosperidad”.
Asimismo, la región prestará atención en impulsar “poli?ticas integrales y estrategias a trave?s de incentivos y poli?ticas activas del empleo que permitan eliminar barreras de acceso al mercado laboral formal con enfoques diferenciales de ge?nero, etnia y distribucio?n del ingreso”.
Y lo harán “garantizando que estas iniciativas no vayan en detrimento de las condiciones laborales y los derechos del trabajador y la trabajadora joven y que permitan una adecuada cobertura de seguridad social”.
Por otro lado, adquirieron el compromiso de “incrementar significativamente y de manera sostenida la inversión en Ciencia, Tecnología e Innovación” e “intensificar la cooperación Iberoamericana” en estas tres materias para “complementar las capacidades en infraestructura, equipamiento y recursos humanos”.
La declaración tiene en cuenta también a las minorías iberoamericanas y los sectores discriminados, para los que los países reafirmaron su “compromiso con la protección y promoción de los derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes, así; como con su autodesarrollo social, económico y cultural”.
Lucharán asimismo por “la garantía de los derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes y jóvenes, de conformidad con la legislación y la normativa nacional, con el fin de contribuir a mejorar su calidad de vida, y a que fortalezcan el intercambio de experiencias exitosas y lecciones aprendidas en los países iberoamericanos en torno a estas temáticas”.
Al cierre de la declaración, la comunidad expresó su “sincero agradecimiento al Presidente Juan Manuel Santos, al Gobierno y al pueblo de Colombia” por acoger la XXV Cumbre y agradecieron “al Gobierno de Guatemala por su ofrecimiento de hospedar la XXVI Cumbre Iberoamericana en 2018”.
Los 14 comunicados especiales, propuestos a título personal por cada país y algunos entre varios, abordan temas políticos, sociales y culturales y fueron también acordados de manera unánime entre los 22 países.
Entre los políticos están el pedido a Estados Unidos para ponerle fin al bloqueo a Cuba y la instancia a que Reino Unido negocie con Argentina y España para resolver las cuestiones de soberanía sobre las Islas Malvinas y el peñón de Gibraltar, respectivamente.