El joven mexicano Luis Loza se enteró al abandonar el hospital donde pasó cuatro días en coma de que tenía una deuda de 105.000 dólares y varios dientes menos a causa de un choque ocurrido durante un partido de fútbol, informa Univisión. “Mi vida ha cambiado mucho porque ya no puedo sonreír como antes, no salgo a muchos lados, no puedo comer en público, me da vergüenza, solo voy del trabajo a casa”, explica Loza.
El accidente ocurrió en enero de 2014 en California (EE.UU.), cuando Loza quedó inconsciente tras recibir un rodillazo en la boca durante un partido. “En la cancha me estaba ahogando con la sangre, casi moría ahí, me tuvieron que revivir”, recuerda el exdeportista.
Loza sobrevivió al rodillazo, pero el golpe le rompió la mandíbula y le hizo perder cinco dientes. Aunque el joven tenía un seguro médico que cubría lesiones por un coste de hasta 5.000 dólares, al salir del hospital recibió una factura de 105.000 dólares. “La liga tenía el seguro más bajo, con esos 5.000 solo se pagó el servicio de los bomberos y la ambulancia”, precisa.
Mientras se estuvo recuperando, Loza tuvo que dejar durante seis meses su trabajo en la agricultura. Ahora trabaja en una empacadora, pero su salario no le alcanza para pagar la deuda ni para comprarse una dentadura postiza.