Londres, 7 de la mañana, muchas prisas por llegar al trabajo mientras bajamos al metro. Y, de repente, nos encontramos un libro abandonado. Un libro interesante. Lo abrimos y… está dedicado por Emma Watson. Qué locura, ¿no? Pues todo forma parte de un plan de Emma para extender algunas de las principales obras feministas por el mundo.
Tal como dice Emma en su nota, se han repartido 100 copias del libro en vagones y estaciones, en colaboración con Books on the Underground, una organización sin ánimo de lucro que reparte libros por la red de metro para los viajeros aburridos.