Si necesitamos confiar en un colectivo dirigente hay que mirar, en primer lugar, a los dirigentes de los partidos de oposición representados en la Asamblea Nacional. Ellos cuentan con legitimidad electoral. Varios tienen el mérito de haber fundado, hasta ahora con éxito, nuevos partidos. Una prueba que ha dejado en el camino a muchas importantes personalidades.
La MUD es su creación. Cuando se llama a conservar su unidad, en realidad se pide coherencia, eficacia y altura de miras a los dirigentes y partidos que la integran. Una condición indispensable para asumir la tarea de rehacer al país, asociando siempre la misión de oposición con propuestas a los problemas concretos y urgentes de la mayoría de la población. .
Son el núcleo de una alternativa que va a llegar al poder con votos, a pesar de que Maduro pretenda defenderse con balas. Frente a un comportamiento gubernamental autocrático, el diálogo es una barrera de contención y un espacio para intentar amarrar a la dictadura a un respeto mínimo a la Constitución.
En este sentido el diálogo es una táctica. Pero es también una estrategia para la reunificación de la sociedad y el medio para crear las bases de una negociación en torno al programa y al nuevo gobierno que vamos a necesitar para salir de la crisis.
Sin duda, para Maduro el diálogo es una distracción. Pero esta vez existen en el seno del oficialismo sectores que no comparten su juego y se resisten a aferrarse al pode a cualquier costo y con violencia. Maduro y su cúpula se sentaron porque los obligó la presión internacional, pero no dejaran de lanzar granadas para derrumbar el riesgo de cualquier elección.
La dictadura se va portar como una dictadura. ¿No debería la MUD permanecer en la mesa de diálogo siguiendo su propia Agenda y al margen de los objetivos de la camarilla gubernamental? El diálogo no es sólo una comisión de mesa. Sus patas están en la movilización, en la actuación de la Asamblea Nacional y en reforzar la influencia de gobiernos amigos en el tablero internacional donde ya somos una casilla.
Diálogo y lucha por la vigencia de la Constitución, la solución inmediata de calamidades que masacran a los ciudadanos y la realización de las elecciones bloqueadas son dos lados del mismo problema. ¿Puede la MUD reformular la amenaza, que me resisto a creer, de retirarse de la mesa el 12 para quitarle al gobierno el cepo del diálogo?
¿Puede la MUD sustituir la marcha a Miraflores, especialmente sabiendo que dictadura no recibe cartas, por un programa nacional, regional y local de movilizaciones de calle, de integración de coordinaciones con el mundo de las organizaciones no políticas y de eventos que le abran participación a las distintas expresiones del chavismo disidente? ¿Puede formular un discurso constitucional hacia la Fuerza Armada como institución?
Son algunas preguntas desde la Tribuna. Ojalá que la MUD ya las tenga resueltas y la orientación del Papa nos ayudes a todos
@garciasim.