Quizá usted escuchó a los abogados
alegar que sus clientes, por lo brutos,
traficantes no son, pues son astutos
los que comercian en ese mercado.
Por Oswaldo Páez-Pumar
Los rostros del jurado y el del juez
reflejaron asombro ante lo oído
pues no era un alegato, era un berrido,
reflejando una gran estupidez.
PeroRuperti que es quien los financia
nolo percibe así. La extravagancia,
la misma que él empleó para explicar
que es por su gran amor a Venezuela
que él esos honorarios los cancela,
seguro la sintió espectacular.
Oswaldo Páez-Pumar