Seducidos por la posibilidad de aumentar su poder de consumo, miles de argentinos regresaban de un nuevo peregrinaje a Chile cargando pesadas maletas y con la sensación de haber comprado como “ricos”.
Livianos de equipaje y con tarjeta de crédito en mano, habitantes de provincias argentinas limítrofes con Chile, como Mendoza y San Juan, volvieron a cruzar los Andes el viernes, para una maratón de compras en las grandes tiendas de Santiago.
“Uno se siente rico porque la plata rinde”, porque todo está a mitad de precio o más barato, comentó a la AFP sonriente Gonzalo Di Mariano.
Detenido a metros de la aduana argentina, el auto de Di Mariano está repleto de electrodomésticos, incluido un televisor por el que pagó menos de la mitad de lo que cuesta en Argentina.
La fórmula parece perfecta: recorrer el sinuoso camino de curvas que permite atravesar la imponente cordillera de los Andes, visitar Santiago y ciudades costeñas como Viña del Mar y Valparaíso, y aprovechar cada momento libre para arrasar con las góndolas.
José, de la provincia argentina de Córdoba, que emprendió junto a su familia la “aventura” de llegar a Santiago, asegura que la travesía, de unos 1.000 kilómetros, valió la pena.
“Nos animamos con mi familia a cruzar la Cordillera y realmente hemos comprobado que es así”, los precios son más bajos y “Chile es Miami, un ‘shopping’ para los argentinos”, sentenció.
– Operativo compras –
Bajo un sol intenso que amenazaba con derretir el poco hielo que colgaba aún de las montañas, a más de 2.300 metros de altura, a unos 15 kilómetros del paso chileno Los Libertadores, la aduana argentina vivió en los últimos días horas intensas.
Desde el viernes, para aprovechar el lunes feriado en Argentina, miles de argentinos comenzaron a cruzar la frontera, en su mayoría para hacer comprar navideñas y adquirir productos que no encuentran en su país, como el iPhone, que se consigo solo en reventa hasta por tres veces su valor.
Unos 2.400 vehículos y 40 buses cruzaron la frontera de regreso a Argentina sólo este lunes, el doble del flujo habitual, de acuerdo a proyecciones de la Aduana de ese país.
“Desde 2015 y en especial en este año es claro que la gente ya no solo va a vacacionar, antes iban de una semana a diez días, ahora la gente va dos o tres días con la finalidad de comprar”, estimó un funcionario de la aduana argentina.
Cada ciudadano argentino puede pasar la frontera por vía terrestre con compras hasta por 150 dólares, mientras que los menores de edad hasta por la mitad de ese valor, por lo que una familia tipo puede cargar en su auto artículos por unos 450 dólares.
Si pasa ese límite se debe pagar la mitad del exceso en impuestos.
Miriam, una mendocina de 34 años, junto a su familia disfrutaron de sentir “que la plata rinde más”, por lo que “compras un montón y te sentís muy rica, te alcanza el dinero”.
“Con lo que acá (Argentina) me compro unas zapatillas de marca, allá me compro tres”, narró a la AFP rodeada de bolsas ya en suelo argentino.
Precios aún más convenientes encontraron este fin de semana por el “black friday”, un día de descuentos especiales nacido en Estados Unidos después del “Día de Acción de Gracias” y replicado por varios países de la región.
Con sus viajes de fin de semana largo los visitantes –que también llegan en avión desde Buenos Aires y deambulan con sus maletas por los centros comerciales de Santiago- alivian sus bolsillos de la presión inflacionaria que vive Argentina, que acumuló en los primeros diez meses del año un alza de los precios minoristas (IPC) de 36,6%.
Del otro lado de la cordillera, Chile ostenta un IPC en el entorno del 3%.
El próximo 8 de diciembre, en el último feriado del año previo a la Navidad, se espera que otra avalancha de argentinos cruce los Andes.
AFP