Un venezolano infectado con VIH y que vive legalmente en Estados Unidos fue arrestado en Portland tras ser declarado culpable de posesión de metanfetaminas, informaron tanto su abogado migratorio como un grupo defensor de los derechos humanos. AP
Luis García, enfermero en un centro de cuidados paliativos de Portland, enfrenta la posibilidad de ser deportado a un país sumido en una crisis económica y que sufre de desabasto de medicamentos. “Si lo deportan a su natal Venezuela, será una sentencia de muerte. Venezuela no le proveerá de los medicamentos que necesita para vivir con VIH”, dijo por medio de un comunicado el grupo Basic Rights Oregon.
La organización señaló que García fue arrestado el 15 de noviembre por agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés), y desde entonces se encuentra encarcelado en un centro de detención federal de migración ubicado en Tacoma, Washington.
Rose M. Richeson, portavoz de la oficina del ICE en Seattle, dijo que con base en la sentencia de García por un delito grave, la agencia le abrió un “proceso de remoción” y lo tiene en custodia mientras la corte de inmigración toma una decisión.
N. David Shamloo, el abogado migratorio de García, dijo que la sentencia de su cliente por posesión de metanfetaminas lo convierte en sujeto para ser retirado de Estados Unidos. Tendrá una audiencia ante una corte migratoria en el centro de detención, pero aún no se fija la fecha, comentó Shamloo.
El abogado dijo que está sorprendido de que ICE no le otorgara a García una liberación supervisada con monitoreo electrónico y reportes semanales, lo cual era una posibilidad.
“Evidentemente tenía un empleo, no tenía delitos previos, cuenta con estatus de residencia legal permanente, y de hecho esta es una ofensa menor”, comentó el abogado, al señalar que García debió ser puesto en libertad condicional por el delito cometido.
“Es alguien que debió ser liberado y no enviado a Tacoma”, comentó el abogado vía telefónica, mientras conducía desde Portland para visitar a García y otros representados en el centro de detención, que tiene capacidad para unas 1.500 personas.
Basic Rights Oregon, que trabaja para garantizar el trato igualitario para las personas lesbianas, gay, bisexuales y transexuales de Oregon, dijo que la deportación sería algo peligroso para un “hombre abiertamente homosexual” como García. Además, hay un importante desabasto de medicamentos para combatir el VIH, y no porque exista una agenda contra los homosexuales, sino debido a la crisis económica.