La estimulación magnética no invasiva del cerebro permite recrear recuerdos y recuperar información latente, según un estudio que aparece en el último número de la revista Science.
La investigación, liderada por científicos de las universidades de Notre Dame y de Wisconsin, en Estados Unidos, se contrapone a una difundida teoría que sostiene que para que un recuerdo a corto plazo pueda mantenerse, las neuronas que lo representan deben estar activas continuamente.
Para realizar el estudio, la actividad neuronal de un grupo de participantes fue analizada mientras eran expuestos a estímulos como una palabra o un rostro, según explicó a Efe Nathan Rose, uno de los investigadores.
En el experimento, un estímulo en particular era marcado como importante, para que el participante lo recordara, mientras los investigadores observaban en tiempo real la actividad cerebral causada.
Rose señaló que estudiaron la actividad cerebral provocada por la memoria operativa de la persona, es decir, por los procesos que intervienen en el almacenamiento temporal de la información y su posterior manipulación.
Para lograrlo, los expertos usaron un programa para identificar los patrones de la actividad cerebral causada por ese estímulo particular en la memoria operativa de cada persona.
Así notaron que cuando el participante pensaba en otra cosa, la actividad neuronal caía, como si el estímulo fuera olvidado.
Sin embargo, no era así, sino que quedaba latente a pesar de que la actividad neuronal bajara.
Al utilizar estimulación magnética transcraneal, un método no invasivo que permite inducir actividad en la corteza cerebral, los científicos pudieron recrear brevemente el recuerdo latente.
Esta reactivación sucedió y tuvo una influencia en el desempeño de la memoria solamente cuando el elemento era potencialmente relevante en el experimento, lo que para los científicos sugiere también que la representación es dinámica y modificable a través de control cognitivo.
Para Rose, los resultados dejan “más preguntas que respuestas”.
Por ese motivo, espera continuar con el estudio de este tipo de técnicas para conocer mejor cómo funcionan los procesos involucrados en la recuperación de un recuerdo.
Lo “emocionante” para el investigador es que el descubrimiento implica que “potencialmente” los recuerdos borrados puedan ser “reactivados”, aunque reconoce que aún falta mucho para saber si eso es posible. EFE