Los italianos votaban el domingo en un referendo sobre reformas constitucionales, seguido muy de cerca en el extranjero ante la posibilidad de que Italia se convierta en el siguiente país en rechazar el status quo político.
El primer ministro Matteo Renzi ha dicho que renunciará si las reformas se rechazan en la votación, y los políticos de oposición han prometido presionar para que se forme un nuevo gobierno si los votantes rechazan los cambios constitucionales propuestos.
El riesgo de inestabilidad política ha desatado una reacción en el mercado antes de los comicios, con descensos en los títulos de bancos y un alza en el coste de la deuda soberana.
El referendo pretende agilizar el penoso proceso legislativo italiano reduciendo los poderes del Senado, además de retirar algunas competencias a los gobiernos regionales.
Las urnas abrían durante 16 horas el domingo, a partir de las 7 de la mañana, hora local (0600 GMT).
La Unión Europea seguía de cerca la votación, que coincide con una ronda de desempate en Austria en la que un populista de ultraderecha podría llegar al poder por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
Un titular del diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung dijo que “la soberbia (de Renzi) es su defecto” y que “Europa está en juego” en la votación. El inglés Guardian dijo que el referendo era parte de una serie de votaciones en Europa que podrían “anunciar el fin del proyecto europeo en su forma actual”.
El referendo intenta dinamizar el sistema legislativo italiano al reducir los poderes del Senado y quitar ciertos poderes cruciales a las regiones.
Renzi ha dicho que las reformas para desmantelar la burocraicia volverán a Italia más atractiva para los inversores darán impulso a sus planes de transformar el país. Pero su decisión de vincular el resultado con su futuro político transformó el referendo en un plebiscito sobre su liderazgo político.
La oposición espera aprovechar la corriente populista que gana fuerzas desde la votación británica de salir de la Unión Europea y el triunfo en Estados Unidos de Donald Trump.
El triunfo del “Sí” fortalecería el gobierno de Renzi, que va por la mitad de su quinquenio, mientras que el “No” reforzaría el llamado a elecciones anticipadas el año entrante.
Se prevé que si triunfa el “No”, Renzi anunciará su renuncia inmediatamente. Pero los analistas dicen que el presidente Sergio Mattarella, quien debería designar a alguien para que forme un nuevo gobierno, difícilmente lo hará antes de que el parlamento apruebe el nuevo presupuesto.
Más de 46 millones de italianos estaban habilitados para votar desde las 0600 GMT hasta las 2200 GMT, y otros 4 millones desde el extranjero. Los votos de ultramar eran contados bajo guardia en las afueras de Roma. AP