Para el dirigente de Voluntad Popular en Carabobo, Salvatore Lucchese el diálogo en Venezuela rindió los resultados esperados por todos: “ninguno”, pues, teniendo en cuenta la naturaleza de los interlocutores oficialistas, consideró que era de esperarse que no cumpliesen ninguna de las condiciones acordadas por ambas partes a favor del país, tal y como ya ha sucedido en oportunidades anteriores cuando el gobierno utilizó este mecanismo para lavarse la cara ante el mundo e intentar demostrar un carácter democrático que ya nadie cree.
Nota de prensa
“Si alguien ganó en este proceso fue el oficialismo, pues lograron meter en el congelador la protesta popular, así como la agenda que venía trabajando la Asamblea Nacional para establecer responsabilidades políticas al Presidente Maduro sobre la situación del país, y mataron, a su vez, la posibilidad de realizar el referéndum revocatorio o cualquier tipo de consulta electoral, cuando ya prácticamente este 2016 está terminando, desmotivando a gran parte de los venezolanos que esperan de sus líderes asertividad, contundencia y dirección”.
Para el dirigente de VP, las condiciones del país han empeorado exponencialmente en las últimas semanas, y ya no se cuenta con el tiempo necesario para seguir intentando demostrar al mundo lo que ya todo el mundo conoce, que en Venezuela se vive una tiranía que ha empobrecido al país hasta condiciones extremas, donde la gente saca comida de la basura, donde los enfermos no consiguen medicamentos, y donde desde las cárceles se manejan mafias que mantienen al país sumido en violencia y muerte.
“Hoy hay más razones para protestar, pues la crisis en el país ha empeorado a tal punto que éstas podrían ser las peores navidades que viven los venezolanos en mucho tiempo. La gente está prácticamente sobreviviendo y ha perdido las esperanzas de que las cosas mejoren con este gobierno. Cuando hablas con alguien lo que te dice es que está pensando irse del país para buscar mejores oportunidades de vida. Pero no podemos regalarles el país a estos delincuentes, es necesario que la Unidad Democrática presente urgentemente una contundente agenda de acciones de calle, para reactivar la protesta cívica y pacífica, pues si algo han demostrado el régimen es que, a pesar de tener secuestrado al ejército y las armas de la nación, le tienen terror al pueblo en la calle”.
Lucchese también considera necesario que desde todos los escenarios se impulse la iniciativa del referéndum popular, pues no es posible que el CNE arrebate el derecho que tiene el pueblo de elegir su destino, tal como lo establece la Constitución Nacional cuando atribuye la soberanía al pueblo, y son los órganos del Estado los que deben estar sometidos a esa soberanía.
“La Constitución Nacional en su artículo 5 señala que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, y este pueblo mayoritariamente se dio una representación en la Asamblea Nacional, hace un año. Con esa acción les dio un mandato a los nuevos legisladores para que, por la vía constitucional y pacífica, abriera paso a las transformaciones necesarias para cambiar el rumbo del país. Ese mensaje fue claro para el mundo entero. Durante este año el gobierno lo que ha hecho es desacatar ese mandato de la soberanía popular y, a través de algunas instituciones que mantiene secuestradas, como el TSJ y el CNE, se ha encargado de entorpecer esa voluntad, ese mandato popular”.
En este sentido, Lucchese cree que el referéndum popular es el mecanismo para consultar al soberano directamente sobre la pertinencia de continuar con este gobierno empobrecedor y destructor, o cambiar el rumbo hacia una mejor Venezuela de inclusión y libertad, pues el capricho de cuatro rectoras no puede estar por encima de la voluntad de 30 millones de venezolanos que hoy piden a gritos un cambio.
“El pueblo tiene que acompañarnos en esta lucha que no es fácil, pero que es necesaria. Las libertades hay que conquistarlas todos los días, sin descanso. Es necesario que todos nos unamos y empujemos el barco en un mismo sentido para lograr rescatar a esta Venezuela que está naufragando. Nadie puede quedarse por fuera porque este país nos pertenece a todos, y no es posible que cuando más cerca estamos de lograr nuestros objetivos vayamos a rendirnos. La mejor Venezuela la construiremos todos, porque todos formamos parte de ella”.