La inasistencia de la MUD a la reunión del 6 de diciembre es una exigencia al gobierno de que cumpla sus compromisos. Es la necesaria respuesta al abierto boicot al diálogo del sector oficialista que ha asumido no aceptarlo. No por radicales sino por preservar sus interesespropios y sus impunidades.
El congelamiento del diálogo no implica una ruptura definitiva. Puede llegar a serlo, si los mediadores o acompañantes no logran impedir que el gobierno, no sólo por sus incumplimientos, sino por la profundización de la crisis y el incremento de su ofensiva contra la Constitución,termina de patear al país, a UNASUR y al Vaticano.
Si acaso la invocación gubernamental de diálogo es cierta, es el momento de probarlo honrando los compromisos que adquirió. Si no, es imposible que la oposición se siente a darle al gobierno un tiempo que él va a usar para acrecentar y prolongar las terribles dificultades que está soportando la gente.
Para la oposición, el objetivo de fondo de este diálogo es palear los efectos sociales destructivos de la crisis económica y crear las condiciones institucionales para cambiar al presidente y a este gobierno mediante un acto pacífico, electoral y constitucional.
Para lograr estos objetivos, la MUD está obligada a manejarse simultáneamente en tres planos: mejorar sus iniciativas de ofensiva política, movilizar apoyos a las demandas específicas de los movimientos y organizaciones sociales y llevar el diálogo al chavismo descontento con Maduro a través de un mensaje público de reinstitucionalización y de invitación a acciones conjuntas sobre solución de problemas puntuales. Todo diálogo es inseparable de sus resultados prácticos.
Se puede y se debe, en materia del cronograma electoral, asegurar la realización de los dos procesos que han sido confiscados por orden del gobierno: el referendo revocatorio y las elecciones de gobernadores.
Rescatar el referendo revocatorio permitiría salir de Maduro y aumentaría las presiones y condiciones para la formación de un Gobierno de Integración nacional. La elección de gobernadores consolidaría una victoria de las fuerzas de cambio y reforzaría la necesidad de acuerdos de transición.
El país necesita acuerdos para resolver los grandes problemas de la economía, de las instituciones y de la población. El país necesita salir de Maduro, aunque signifique que un Vicepresidente del PSUV asuma la presidencia.
El diálogo es inevitable, ahora o después. El asunto es hacerlo antes que la sociedad termine de colapsar y el gobierno sea la última víctima de sus fracasos y totalitarismos.
@garciasim