Para el secretario ejecutivo de la Unidad Democrática, Jesús Chuo Torrealba, es una crueldad contra los venezolanos y, en especial, contra los más pobres, que el gobierno no cumpla con sus anuncios en relación con el billete de más alta denominación y que –además- reduzca su canje a cinco días, en lo que calificó como “agresión brutal” en plena Navidad.
Nota de Prensa
“El gobierno es cruel, extremadamente cruel”, dijo Torrealba este viernes en la última edición de 2016 de su programa La Fuerza es la Unión. “Se trata de la desconsideración sistemática, cruel, con saña, del régimen contra los ciudadanos”. En particular, manifestó que los más frágiles son los adultos mayores, los jubilados y pensionados que hacen “colas infames”, afirmó.
Criticó que los billetes de 500 no hayan llegado al sistema bancario este 15 de diciembre, tal como fue anunciado cuando se presentó el nuevo cono monetario. Rechazó que el presidente Nicolás Maduro hable de la puesta en circulación de más billetes “de los viejos”, de 50 bolívares, y que, además, se reduzca a cinco días el lapso para canjear los de más alta denominación.
“Como una gran cosota dijo: ‘vamos a ampliar el número de las taquillas del Banco Central. Son 30 taquillas del BCV. Lo que no dijo es que el Banco Central tiene taquillas únicamente en Caracas y en Maracaibo”.
“No cumplen lo que dicen y además desmejoran la ya dura situación del venezolano”, acotó.
Dijo que todo el asunto relacionado con la decisión de dejar sin valor legal el billete de 100 bolívares tiene un trasfondo que aún está por verse. “No se ve con claridad aun qué es lo que está detrás de esto, porque la explicación del gobierno es demasiado primitiva, demasiado elemental. Ese cuento de que para combatir a una mafia que está en Cúcuta tú vas a echarle toda esta broma a un país en Navidad, eso no se lo cree nadie”, aseguró.
Afirmó que el análisis que le parece más acertado, tiene que ver con la intención del gobierno de frenar la llamada divisa paralela, aun a costa de la tranquilidad de los venezolanos.
“Para reducir la presión inflacionaria y, sobre todo, para reducir la presión sobre el paralelo, para bajar el dólar paralelo, sencillamente saquean al país y le quitan a usted su dinero. Y hacen que una gran masa deje de circular, pero de esa manera”, aseguró Torrealba, quien insistió en que los más afectados son los que no tienen cuentas bancarias.
“La gente que está en la pobreza rural o urbana, el pequeño transportista, el pequeño negociante, el jubilado, el pensionado. Esos son los más afectados por esta operación”, apuntó.
“Este régimen odia a los venezolanos”, dijo.
La reflexión de Torrealba parte del análisis del economista José Toro Hardy, quien afirma en un artículo de opinión que la debacle monetaria se basa en los pecados capitales de la llamada revolución, evidenciados en el “millardito” de Hugo Chávez, que acabó con la autonomía del Banco Central de Venezuela (BCV), y en quitarle tres ceros a la moneda para crear el llamado “Bolívar Fuerte”.
Toro Hardy sostiene que el régimen emite dinero inorgánico para que Pdvsa pueda seguir funcionando, y que la estatal ha recibido auxilio financiero del BCV en un monto que alcanza los 3,6 billones de bolívares, 31 veces el monto de las reservas internacionales totales. Esos bolívares sin respaldo circulan y generan demanda de bienes y servicios, pero ante la escasez, se desvían a la compra de dólar paralelo, lo que deriva en la devaluación del bolívar.
Explica el economista que “un gran número de personas perderá enormes sumas” en medio de la medida aplicada al billete de 100 bolívares, que solo busca frenar el alza del dólar paralelo.
Granada fragmentaria a la Unidad
Torrealba también calificó como “extremadamente grave” lo que denominó como “el torneo de acusaciones” que se generó a partir de la ausencia de tres diputados opositores en la sesión de la Asamblea Nacional en la que se elegirían los rectores del Consejo Nacional Electoral, que derivó en la falta de quórum y la imposibilidad de tomar esa importante decisión.
Manifestó que la ausencia de los parlamentarios William Barrientos, Adolfo Superlano y Ricardo Fernández es un hecho “gravísimo”, pero considera que la reacción de los partidos complicó más aún el panorama, pues protagonizaron “una batalla campal” a través de ruedas de prensa y en las redes sociales.
“Eso es inaceptable en momentos como este de aguda crisis nacional”, dijo Torrealba, quien considera que los políticos no deben olvidar que “Venezuela está bajo agresión de un régimen que la odia”.
“Tan inadmisible como la ausencia de nuestros diputados es ver a nuestro liderazgo fracturado y enfrentado en un momento en que tienen que ser la dirección de ese país que está siendo agredido, de ese país que está en las colas, de ese país que está sufriendo”, apuntó.
Reflexionó sobre la actitud de muchos ciudadanos, en especial en redes sociales, que se sumaron a la descalificación “pidiendo el linchamiento de organizaciones completas”, pues considera que el papel de la gente es “exigir más y mejor unidad” y “no sumarse a la batalla de almohadas” o la “hora loca”.
Reflexionó en calidad de activista social, según dijo, y no como secretario ejecutivo de la Unidad Democrática. “Uno ve una separación entre los políticos y la realidad”, acotó.
Dijo que es lo ocurrido en la Asamblea Nacional debe ser investigado, pero insistió en poner el énfasis en que algunos voceros de oposición tuvieron conductas que “mostraron nuestra fragilidad”.
“¿Cómo pueden estar a la altura si no pueden ponerse de acuerdo para una votación en la Asamblea Nacional?”, se preguntó.
Insistió en que la actitud de los ciudadanos debe ser la de “llamar al botón” a la dirigencia política exigiendo que estén a la altura del momento. “Porque si no, el gesto de los tres diputados se transforma en una granada fragmentaria que destruye la unidad que tenemos y esa destrucción de la unidad política, termina generando también el enfrentamiento del ciudadano de a pie. Eso no podemos permitirlo, porque estamos en un momento crucial de la República”, acotó.
Reestructurar para fortalecer la Unidad
Torrealba dijo que es necesario hacer un balance serio de lo ocurrido en 2016 con la Unidad Democrática, no para “autoflagelarnos”, sino para “reestructurar el campo democrático” que a su juicio no es otra cosa que fortalecer la Unidad.
Manifestó que 2016 no tuvo el signo de “organización, unidad, lucha y victoria”, del año anterior, pues “se impuso la creencia de que salir del gobierno era una cosa sencillita y facilita”.
Insistió en que no es momento de personalismos ni de intereses grupales, sino de presentar al país un proyecto claro de Gobierno de Unidad Nacional, con un propósito y una estructura adecuada.