Los abogados del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva criticaron el sábado la presentación del cuarto caso de corrupción en su contra, después de que un juez aceptó la acusación formal de que interfirió en un proceso gubernamental para comprar nuevos cazas militares, reseña Reuters.
Lula, que ya no era presidente cuando ocurrieron estas supuestas prácticas, fue acusado de usar su influencia sobre el gobierno de su sucesora para ayudar a que el fabricante sueco Saab AB ganara la licitación para adquirir 36 aviones por un valor de unos 5.600 millones de dólares.
Los representantes legales del ex mandatario aseguraron que no jugó papel alguno en la selección de los cazas Saab Gripen en diciembre de 2013 y que no obtuvo ganancias ilegales relacionadas con el acuerdo.
Afirmaron que el hijo de Lula, Luis Claudio Lula da Silva, que está acusado de recibir 2,5 millones de reales (740.000 dólares) a cambio de la influencia de su padre, fue pagado con el patrocinio de un torneo de fútbol americano que organizó en Brasil.
Las crecientes acusaciones contra Lula subrayan la profundidad de casi tres años de investigaciones por corrupción, de las que se han salvado pocos en la cúpula política brasileña, añadiendo incertidumbre a la elección presidencial de 2018.
Los últimos sondeos muestran a Lula entre los favoritos para la carrera presidencial, aunque el número de entrevistados que rechazó su potencial candidatura se elevó a un 44 por ciento en el último sondeo de Datafolha. El presidente del izquierdista Partido de los Trabajadores reiteró este mes que Lula será el candidato de la formación en 2018 y que no hay plan B.
Saab respondió este mes a las acusaciones contra Lula afirmando que tiene políticas rigurosas para controlar sus relaciones de negocios y destacó que la firma y sus representantes no están enfrentando cargos.
Un representante de Saab en Brasil no respondió de inmediato a una petición para comentar la situación el sábado.