Manuel Rosales: La agenda política es diferente al sufrimiento del venezolano

Manuel Rosales: La agenda política es diferente al sufrimiento del venezolano

 

LIM05. LIMA (PERÚ), 01/10/09.- El político opositor venezolano Manuel Rosales, asilado en Perú, ofrece una rueda de prensa hoy, 1 de octubre de 2009, en Lima, para hablar sobre la acusación de estar vinculado en un intento de asesinato al presidente de Venezuela, Hugo Chávez. EFE/Paco Chuquiure

Buena época la Navidad para reflexionar sin caer en el pantano de la politiquería, la calumnia y la actuación infame y mediocre que se mueve en la ambición desmedida y de la cual he sido víctima en varias oportunidades. Llegará el día que sin limitaciones pueda hablar claro y enfrentar a los cobardes y traidores que se escudan en el injusto transe que hoy vivo. A esos oportunistas que no les importa el país, sino el cargo o el puesto que buscan inescrupulosamente.





Entiendo el desespero de la gente en medio de las revueltas y precarias condiciones que tenemos, pero la dirigencia política y el pueblo no deben caer en la trampa de la violencia, ni dejarse aplastar sus derechos. No seamos indiferentes, pasivos, ni violentos, sino racionales y protagonistas de las transformaciones.

Lamentablemente, ante el desastre que vive nuestro país, hoy más que nunca se confirma lo que venido siendo nuestra posición clara y firme de oposición a este fracasado y obsoleto modelo político y económico que gobierna al país. También nuestro rechazo a las tentaciones, a la violencia y la confrontación irracional porque son un salto al vacío, que no nos conduciría a ninguna solución sino que por el contrario agravarían la crisis, convirtiendo a Venezuela en escombros y cenizas, como antes ha ocurrido, la fatalidad de la muerte y sus secuelas. En un escenario de irracionalidad el país seguirá peor, no habrá manera de solucionar la crisis general que afecta a todos los venezolanos. Es temerario y peligroso que persistan posiciones extremas en ambos bandos, donde unos pretenden aplastar a los otros, lo cual es una torpeza descomunal. Lo más grave es que la agenda y el día a día de la política, son diferentes al día a día de los venezolanos sumidos en el dolor y la angustia.

El gobierno, como responsable de la crisis, tiene la obligación política de rectificar el rumbo, tomar medidas urgentes económicas y sociales, para evitar males mayores; así como la construcción de mecanismos para solventar la crisis institucional. El pueblo exige soluciones inmediatas a la calamidad de escasez, de alimentos y medicinas. Que se establezca un mecanismo o figura legal, cualquiera que sea, que permita el aporte, la donación o el crédito internacional para atender esta grave situación. Es el hambre, es el enfermo sin medicamento lo prioritario. El alto costo de la vida y la inseguridad, tienen que ser atendidos.

El objetivo de la democracia, la propia justificación de los partidos políticos y la existencia de los líderes políticos, es conducir a la sociedad a la paz y la prosperidad, manejar los conflictos y puntos de vista. La política no es solo la confrontación partidista, mucho menos adueñarse del poder, porque termina la ambición y no la idea siendo la palanca de la sociedad. Son muchos años de agravio que lleva la política venezolana, de acumular venganzas, sin dejar espacios para rectificar y olvidar, mientras el país se ha venido desmantelando.

No acepto ni comparto el ambiente descompuesto, donde el odio y el rencor florecen como epidemia, apartados de propuestas y soluciones. Me coloco al lado de la gente que está obstinada de escuchar la retorica violenta, la repetición y el recordatorio de sus problemas sin darles soluciones. De promesas de un mejor futuro a costas de un presente peor y catastrófico, sin alternativas, ni soluciones concretas a sus calamidades.

La Navidad con su significado piadoso, anímico y de tradiciones, nos mueve a salir de los sueños muertos, para buscar un futuro que será luminoso. Pido al Niño Dios que del fondo del alma nos brote la fe y el amor para salir de esta tormenta. Un abrazo a mis compañeros de exilio con quienes compartí seis años de mi vida. A los presos políticos, al tener un año y dos meses en prisión. A pesar de todo Feliz Navidad al pueblo de Venezuela.

Np