Alrededor de 10.000 personas disfrutaron este sábado en el municipio colombiano de Envigado (noroeste), cercano a Medellín, de gigantescos globos solares que dibujaron en el cielo la imponencia del Amazonas, como parte de un espectáculo para recibir el nuevo año, reseñó EFE.
La decimosexta edición del Festival de Globos Solares, organizado por la empresa Bimana Producciones, se realizó en el estadio El Dorado de Envigado bajo la temática “Amazonas Exótica: El poder de la naturaleza” y contó con un número dedicado al club brasileño Chapecoense.
“Este tema, además de ser rico en color, textura y forma, tiene un contenido informativo compatible con la familia porque le gusta a niños y adultos”, dijo el director del festival, Alejandro Uribe.
Con el Amazonas como gran telón de fondo, esta versión se concentró en mostrar a través de 20 globos solares su fauna y flora, además de su cultura con vibrantes máscaras indígenas.
El cielo colombiano lo surcaron cocodrilos, colibrís, monos, rostros indígenas y orquídeas, entre otros, para abrir un espectáculo lleno de magia que durante más de seis horas emocionó a los asistentes, pese a la dificultad que representó la lluvia.
El acto central del festival que evocó la riqueza del Amazonas lo marcó la elevación del globo de una piraña de 50 metros de longitud por 25 de alto, que causó impacto en los espectadores como lo hicieron en ediciones anteriores las imágenes de Gabriel García Márquez, Chespirito y del “Toruk Makto”, el enorme pájaro rojo de la película Avatar.
“La gente se desbordó en alegría con este globo de piraña por el tamaño, sus colores y su forma bien elaborada”, apostilló Uribe para luego señalar que “este es el único día en el que la gente mira al cielo” en esta población cercana a la ciudad de Medellín.
Como el “corazón” del espectáculo fue definido por los organizadores el homenaje que le rindieron al club brasileño Chapecoense, que perdió en un accidente aéreo en Colombia a 19 jugadores, su cuerpo técnico y la mayoría de sus directivos cuando se desplazaban a Medellín a jugar la final de la Copa Sudamericana frente a Atlético Nacional.
“Fue un homenaje muy sentido en el que quisimos representar al equipo con la elevación de cada globo”, detalló el organizador sobre el emotivo momento que incluyó un minuto de silencio, el coro de “vamos Chape” y la exhibición de diez balones verdes de cuatro metros de diámetro y uno de ocho metros del que se descolgaba un pendón con el escudo del club de Chapecó.
Este festival involucra a 30 personas en su realización, requiere de seis meses de planeación, uno de producción y otro de construcción de los enormes globos.
Además, se convirtió desde hace 16 años en una forma simbólica, colorida y liberadora de despedir un ciclo e iniciar un nuevo año.
“Más que un festival se convirtió un ritual. El 31 de diciembre es el día de los globos gigantes y el día en el que nos desprendemos de algunas cosas. No solo los inflamos con aire, sino con todas las emociones para comenzar un año nuevo”, comentó Uribe.
Asimismo, aseguró que con esta nueva edición cumplió los tres objetivos de este espectáculo: “unir a las familias, involucrar a los turistas y mantener la tradiciones”.