La mayoría de los venezolanos quiere vivir en democracia y no hay democracia con presos políticos. En democracia las diferencias se debaten con libertad y se dirimen con el voto. La judicialización de la política y la existencia de presos de conciencia es característica de regímenes dictatoriales. Por eso, toda liberación de presos políticos es un paso positivo, un paso en la dirección correcta, un paso en el camino para desmantelar la venganza y reconstruir la convivencia. Transitar ese camino es la conducta que debe ser alentada y fortalecida, al tiempo que se debe aislar y segregar a quienes insistan en el erróneo sendero de la violencia institucional, de la persecución política y del terrorismo de Estado.
Exigimos que junto con la libertad de los presos políticos se proceda a tomar las medidas necesarias para hacer posible el retorno al país de los exiliados, así como la anulación de las causas judiciales abiertas a miles de estudiantes y jóvenes venezolanos por razones de persecución política. Esas son también medidas urgentes para lograr restablecer en Venezuela un clima social e institucional que permita el desarrollo de un proceso de transición política en paz, con garantías suficientes para todos los sectores, para que una Venezuela renovada pueda enfrentar con éxito la crisis que hoy agrede con hambre, inseguridad e incertidumbre a todos los ciudadanos, y con particular saña a los más pobres.
No basta con liberar a los presos políticos: Además es fundamental superar la judicialización de la política y la criminalización de la lucha social. En efecto, liberar a unos ciudadanos presos por motivos políticos para simultáneamente poner presos a otros por los mismos motivos es en realidad persistir en la continuidad del oprobio, en la torcida lógica del atropello, y es precisamente eso lo que debe ser superado. Estas han sido en parte las declaraciones emitidas por la MUD por la liberación de algunos presos en la madrugada del día 31 de Diciembre de 2016 según la cual ha sido considerada chucuta ante los cientos de presos que continúan privado de libertad injustamente como mucho entre ellos Leopoldo López preso de conciencia nacional. Para todos ellos mi solidaridad en esta hora menguada que confronta la población a comienzo de año 2017 por tozudez y falta de humanismo del régimen militar que gobierna a Venezuela.
Sepultemos para siempre el año 2016 que ha sido nefasto, cruel y destructivo en nuestra época contemporánea de Venezuela como reseña el editorial de El Nacional (31-12-16). “No ha sido un buen año para la gente honesta que sigue luchando por la vida y la decencia en este país. No ha sido un buen año para la juventud que quiso estudiar, trabajar y labrarse un futuro sin depender de un carnet del oficialismo, que además soñó con obtener una beca y seguir estudios en el exterior. No fue un buen año para los profesores, empleados y obreros de las universidades del país, y centros de investigación. Tampoco para los trabajadores de las empresas del Estado, ni menos aún para quienes desde los servicios de salud tratan de atender a los enfermos y a los heridos sin tener a mano las medicinas y los equipos indispensables. Y Pare Ud. De contar.
Cuando el resentimiento y la maldad se entrelazan con la política comunista no queda más que esperar años de desgracias, de privaciones y de injusticias. Tal cual como bien lo advierte el escritor mexicano Enrique Krauze: “cuando se conozca la infinita vastedad de ese corazón de las tinieblas que encarna el chavismo y sus diferentes escondrijos y fantasmas en América Latina, costará admitir que tanto odio y maldad sea la creación de un grupo de seres humanos fanatizados hasta lo imposible. Cuando se sepa que las decenas de presos políticos de Chávez y Maduro llevan hasta 18 años en prisión debido a expedientes forjados en las oficinas del oficialismo, que son historias inventadas de principio a fin, que a sabiendas le han quitado años de libertad a gente inocente, entonces se habrá completado el ciclo de la maldad”.
El año 2017 es un desafío sin tregua y sin pausa hasta instaurar la Democracia pluralista con un programa de gobierno pragmático para reconstruir a Venezuela y abandonar el estatismo-rentista a partir de acuerdos consensuados por gobernantes competentes sin estar sometidos bajo el control ideológico o de organizaciones políticas por pensar distintos de quienes tienen el compromiso de gobernar a Venezuela.
El desafío que tiene la población venezolana es crucial sobretodo la juventud que ha sido desasistida por este gobierno incapaz que preside Maduro y militares, que han sometido sin piedad al terror con hambruna, corrupción, inflación, horror y sufrimientos a la ciudadanía más empobrecida. En consecuencia estamos obligados a luchar para vencer la depresión y el dolor que a todos nos produce la barbarie del régimen chavista. El pontífice Francisco afirmó que la sociedad actual está en “deuda” con los jóvenes y lamentó que se haya “creado una cultura que, por un lado, idolatra a la juventud queriéndola hacer eterna” pero que al mismo tiempo condena a los jóvenes “a no tener un espacio de real inserción”. “Lentamente los hemos ido marginando de la vida pública obligándolos a emigrar o a mendigar por empleos que no existen o no les permiten proyectarse en un mañana”“Hemos privilegiado la especulación en lugar de trabajos dignos y genuinos que les permitan ser protagonistas activos en la vida de nuestra sociedad. Esperamos y les exigimos que sean fermento de futuro, pero los discriminamos y ‘condenamos’ a golpear puertas que en su gran mayoría están cerradas”
!Ojala! La nueva Junta Directiva del Poder Legislativo (AN), legitimo representante del soberano, proponga con carácter prioritario a los Poderes Públicos: TSJ, CNE, PODER CIUDADANO, que el Presidente Nicolás Maduro, jefe del Poder Ejecutivo, decida para bien del país, la unificación cambiaría (precio justo del dólar), y cambiar el Modelo Económico comunista (por mercado libre) que ha sido el causante de la crisis económica, social y política que sufre la población venezolana.
Así de las cosas.
@jasanchez1945