El aeropuerto de Fort Lauderdale, en el sur de Florida (EE.UU.), retomó sus operaciones hoy casi con normalidad tras el tiroteo ocurrido este viernes en una de sus terminales y que dejó 5 muertos y 8 heridos.
A partir de las 5.00 hora local (10.00 GMT), el aeródromo abrió las puertas de todas sus terminales, excepto la número 2, lugar en donde el exmilitar de 26 años Esteban Santiago abrió fuego el viernes en la zona de recogida de equipajes con una pistola semiautomática que había facturado en su maleta.
Medios locales mostraban a primeras horas de la mañana largas filas de pasajeros en las terminales 1, 3 y 4 de este aeropuerto, que registra algunos vuelos cancelados, desviados o retrasados.
La terminal 2 permanece acordonada y con presencia policial, mientras que funcionarios del aeropuerto se hallan en la tarea de ubicar a los propietarios de unas 20.000 maletas que no han sido reclamadas por sus dueños.
Varios de los pasajeros que arribaron hoy a las instalaciones aeroportuarias volvían de refugios administrados por la Cruz Roja en la localidad de Port Everglades, adonde fueron trasladados el viernes tras el ataque.
Las autoridades federales y estatales confirmaron la noche del viernes que Esteban Santiago, nacido en Nueva Jersey y criado en Puerto Rico, era el autor de los disparos y no se descarta que pueda tener motivaciones terroristas, si bien por el momento se desconocen las razones reales del ataque.
El sospechoso permanece detenido en una cárcel del condado Broward y se espera haga su primera aparición en una corte federal el lunes, donde deberá recibir cargos.
George Piro, de la oficina del FBI en Miami, señaló que en noviembre pasado Santiago acudió a una oficina de esta agencia federal en Anchorage, en Alaska, y su “conducta errática” motivó que fuera derivado a instituciones mentales para una evaluación psicológica.
Algunas fuentes relatan que Santiago afirmó que “escuchaba voces” del Gobierno que le decían se uniera al Estado Islámico (EI).
Medios estadounidenses han informado que Terry Andres y Olga Woltering, esta última de la ciudad de Atlanta (Georgia), son dos de las cinco víctimas mortales.
En una rueda de prensa ofrecida esta mañana en el aeropuerto, el gobernador de Florida, Rick Scott, señaló que uno de los ocho heridos de bala, una mujer que recibió un disparo en el brazo, sería dada de alta hoy.
De acuerdo con las versiones oficiales, Esteban Santiago aterrizó el viernes en el aeropuerto de Fort Lauderdale proveniente de Alaska, previa escala en Minneapolis.
Testigos presenciales indicaron que, después de recoger su maleta, Santiago fue al baño, donde extrajo el arma que había facturado, regresó a la zona de equipajes y comenzó a disparar de manera aleatoria, pero apuntando a la cabeza de las víctimas. EFE