El expresidente alemán Roman Herzog, famoso en su país por haber instado a sus conciudadanos a aceptar reformas sociales y económicas en un famoso discurso en 1997, falleció a los 82 años, anunció el martes la presidencia.
AFP
Este abogado de formación nacido en Baviera (sur) presidió la Corte Constitucional alemana antes de convertirse en el primer jefe de Estado elegido por representantes de la Alemania reunificada, de 1994 a 1999.
En este cargo sin rol ejecutivo pero que permite una gran libertad de palabra, causó polémica con un discurso violento en 1997 en el que llamó a Alemania a “reaccionar”.
“Debemos decir adiós a nuestros amados derechos adquiridos. Están todos afectados, todos deben hacer sacrificios, todos deben contribuir”, dijo pocos años antes de las grandes reformas del Estado providencia impuestas por el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder.
Herzog, que creció bajo el nazismo, pidió “perdón” a los polacos en 1994, con ocasión del 50º aniversario del gueto de Varsovia, “por lo que los alemanes (les) hicieron”.
Al año siguiente, durante el 50º aniversario de la liberación de Auschwitz, eligió asistir a una ceremonia judía en el campo de concentración en lugar de a la oficial organizada por el gobierno polaco.
El Congreso Mundial Judío saludó el martes la memoria del expresidente, “gran combatiente por el Estado de derecho y por una sociedad libre y tolerante”, que “trabajó mucho por el lugar” de la comunidad judía “en la sociedad civil alemana”.
El actual presidente, Joachim Gauck, rindió por su parte homenaje a “una personalidad destacada que moldeó la imagen que Alemania tiene de si misma y la coexistencia dentro de la sociedad”.